“Expedición Aconcagua en esquí”: Principal objetivo ascender y descender
Una miniserie que unen el montañismo, la historia y los testimonios en primera persona de las primeras expediciones realizadas en Chile.
En el tercer capítulo de “La Montaña Imaginaria”, llamado “Aconcagua: El Apu del manto Blanco”, los montañistas y esquiadores chilenos nos cuentan cómo se desarrolló y se prepararon para la “Expedición Aconcagua en Esquí”.
El objetivo principal era ascender y descender en esquíes diversos tramos del Aconcagua, cuya cumbre bordea los 7.000 metros. Los integrantes de la expedición debieron prepararse por casi un año. Los principales riesgos estaban relacionados con el clima y el esquiar en altura, hacer un descenso en esquí por un glaciar sobre los 6.000 metros requiere de un esfuerzo bastante especial.
El montañista, Gastón Oyarzún fue el jefe de la expedición y hoy en día cuenta cómo se prepararon: “Cuando empezamos a hacer esquí de montaña dirigido por compañeros nuestros muy buenos esquiadores como Miguel Sepúlveda y Andrés Middleton y otros, empezamos a hacer algunas excursiones en la zona del Cajón del Maipo y alguna cumbre importantes como el Volcán San José, el Volcán Parinacota con esquí”.
“El grupo iba a ser absolutamente autónomo, ese era el centro de la expedición. Este grupo autónomo, no nos puede pasar nada, no podemos tener ningún incidente, ningún accidente, porque nadie nos va a ayudar. Tenemos que ser…nosotros resolver los temas y entonces estamos muy focalizados en eso”, agrega Gastón Oyarzún.
El esquiador y empresario textil, Miguel Sepúlveda cuenta: “Siempre fue un objetivo de randonnée, de esquí. Siempre lo tuve como un objetivo: lograr esquiar el Aconcagua”.
Preparación para ascender y descender en esquíes el Aconcagua
“Cuando nació la idea de ir al Aconcagua pasamos a entrenamiento. Nos llevaban a hacer test de Cooper ahí en la Universidad de Chile. Nos hacían correr, salíamos a escalar, subíamos el Manquehue a cada rato para poder entrenarnos un poquito porque no sabíamos mucho de montaña, sabíamos esquiar. Yo no había estado nunca una expedición tan grande, porque estuvimos veinte y… ¿cuánto nos demoramos? 25 días estuvimos en el Aconcagua, metidos en la montaña ¡Y era invernal! Que esa era una gracia también que teníamos porque si no teníamos nieve, cómo íbamos a esquiar?”, comenta el esquiador y emprendedor Sebastián Elton.
Gastón Oyarzún cuenta unos de los primero problemas que tuvieron que resolver: “Nosotros íbamos en invierno, sabíamos que íbamos a encontrarnos con un valle, que el Valle Horcones de 40 kilómetros, con nieve porque es invierno partíamos de esa base. Construimos unos trineos especiales para acarrear todo el equipo y todo el material con los esquís puesto hasta el campo base. Eso no fue posible porque en esta zona del Aconcagua generalmente los inviernos tienen muy poca nieve, tienen mucho frio, mucho hielo, los ríos congelados, pero no hay la cantidad de nieve que nosotros tenemos al lado chileno de Los Andes. Al otro lado siempre hay menos nieve y encontramos todo este valle prácticamente pelado solamente con un río congelado entonces no fue posible utilizar los trineos. Ese fue el primer problema que tuvimos que resolver”.
A pesar de las dificultades lograron llegar a la cumbre y descender esquiando. Miguel Sepúlveda cuenta: “Bajamos todos al otro día esquiando, en una esquiada maravillosa, hasta el campo base porque ahí las condiciones estaban buenas, había sol, había nieve de polvo recién caída. Estábamos mucho más abajo, aunque veníamos con mochilas de 15 o 20 kilos, pero estábamos mucho más abajo. Y ya estábamos muy aclimatado a la altura y ahí para nosotros fue un deleite observar a nuestros amigos, muy buenos esquiadores, cómo bajaban en un verdadero ballet a 5.500 metros de altura. Fue maravillosa esa parte”.