Una miniserie que unen el montañismo, la historia y los testimonios en primera persona de las primeras expediciones realizadas en Chile.

En el tercer capítulo de “La Montaña Imaginaria”, llamado “Aconcagua: El Apu del manto Blanco”, los montañistas y esquiadores chilenos nos cuentan cómo fueron las primeras expediciones al Aconcagua.

El esquiador y empresario textil, Miguel Sepúlveda nos cuenta cómo se unió al grupo de montañistas: “Me incorporé al grupo que se movía Gastón Oyarzún, Vigouroux, Claudio Gálvez, los instructores de la Escuela de Montaña y empecé a participar de esas expediciones con ellos. Y tuve la suerte de haber participado también en la expedición pared sur del Aconcagua”.  

Sebastián Elton, esquiador y emprendedor cuenta por qué llegó a la montaña: “Yo creo que mi madre me acercó a la montaña, mucho. Nos llevaba a Farellores a esquiar en ese tiempo. Me acuerdo de que subíamos caminando, nos tiraba esquiando y ahí empezó a nacer un poco el amor por la montaña”.   

El montañista Gastón Oyarzún nos explica qué es el Aconcagua: “Es la montaña más alta de Los Andes, es la única montaña que casi llega a los 7.000 metros de altura, fuera de Asia. Todas las otras montañas de 7.000 metros hacia arriba, todas están en Asia. Esta es la única que está fuera del territorio asiático en el hemisferio occidental. Es la montaña más grande”.   

¿Cómo se realiza una expedición al Aconcagua?

Gastón Oyarzún nos cuenta cómo se realiza una expedición al Aconcagua: “Para realizar una expedición se parte normalmente en Mendoza, porque los trámites de permiso  hay que hacerlos en Mendoza. Y desde allí uno inicia la aproximación hasta una localidad que se llama Penitentes donde hay posibilidad de alojar. Estamos a 2.700 metros y luego viene el ingreso al Parque Provincial Aconcagua, que está en un sector que se llama Valle Horcones. Ahí uno presenta los papeles, los permisos y ahí se inicia la aproximación en un campamento intermedio que se llama Confluencia. Ahí se hace controles médicos, caminatas de aclimatación y posteriormente al campo de base, lugar que se conoce como Plaza de Mulas, porque las mulas llegan solamente hasta allí.”

“Desde Plaza de Mulas hacia arriba hay varios campamentos, pero los más clásicos son Campamento Canadá o Plaza Canadá que está a unos 4.900 metros, bastante cercano. Luego viene Nido de Cóndores y luego viene un campamento final en dos sectores: Campamento Berlín, y el otro campamento se llama Cólera. Y de ahí se llaga a un lugar que se llama Independencia, en donde los argentinos hicieron un refugio como de emergencia, pequeñito. Y luego viene de ahí una zona de mucho frío que se llama la Gran Travesía. Se llega a una zona que se llama La Cueva y de ahí viene la parte físicamente más dura, más exigente que se llama La Canaleta. Y ahí llegando arriba, terminando La Canaleta, finalmente llega a un filo. Ese filo tiene un nombre, se llama El Portezuelo del Guanaco. Y desde ahí uno camina una hora más todavía y llega a la cumbre”, nos explica Gastón Oyarzún.

¿De dónde viene el nombre Aconcagua?

El antropólogo y Director del Museo Arqueológico de Los Andes, Carlos Coros Villca cuenta que se ha escrito bastante sobre el nombre Aconcagua: “Por ahí hay unas definiciones que dicen que vendría de la lengua mapuche, que lo relacionan con tierras de cultivos, de maíz, tierra de gavillas, dicen otros. Por otro lado, hablan de “Centinela de Piedra”, pero creo que lo más correcto sería “Quebrada Blanca”.

Primeros intentos de llegar a la cumbre del Aconcagua

El montañista Álvaro Zerené cuenta: “El primer intento, si se pudiese llamar intento, viene hace más de 500 años por parte del Inca, pero yéndonos ya a la documentación propiamente tal e intento como digo, científico o deportivo, el primero es Richard Paul Güssfeldt, que hace su intento en 1883”.

Luego viene la expedición de Fitzgerald, nació en Estados Unidos, pero es de nacionalidad británica. Álvaro Zerené cuenta: “Fitzgerald era alpinista, también científico. Era motivado por primeros ascensos y arma un equipo con Matthias Zurbriggen. Lo que hacen es levantar toda una cartografía porque en ese tiempo no se conocía del Aconcagua hacia el sur, sino que lo que había documentado Güssfeldt era del Aconcagua hacia el norte y la entrada por Chile desde Putaendo. Y en eso emprenden una serie de intentos que van fracasando uno tras otro. Luego ya en 1897 realizan un intento bastante más serio y más productivo. En ese intento Fitzgerald lamentablemente sufre estragos con la altitud y retorna al campamento. Y así como esa tarde Zurbriggen es el que alcanza por primera vez la cumbre del Aconcagua en solitario porque Fitzgerald lo ordenó”.

Álvaro agrega que luego de lo anterior vienen varios intentos más: “En 1934, en donde llega una expedición italiana, que contrata los servicios de Mario Pastén porque era buen arriero, era bueno haciendo la pega. Y Mario Pastén participa del primer ascenso al Cerro Cuerno. Y así es cómo después llega la expedición de Link, que más tarde se transformaría en el gran señor del Aconcagua y llega también hasta la expedición del 44 que lamentablemente es donde Link sufre las peores consecuencias junto con la expedición y la tempestad los pilla y mueren varias personas en esa expedición”.