Fundación Brotario: Conoce el proyecto que acerca la flora nativa a los niños de Chile
Felipe Braun y su familia visitan el Parque Escuela Kaikén en Chaitén, donde conocen la Fundación Brotario, dedicada a acercar a los niños a la naturaleza. Sofía Schmidt, arquitecta y cofundadora, explica la importancia de adaptar espacios con flora nativa para educar de manera significativa.
El actor y conductor Felipe Braun continúa su aventura familiar en la región de Aysén en Sobre la Tierra. Acompañado de sus hijos y su esposa, estuvieron en el Parque Escuela Kaikén en la localidad de Chaitén, un espacio dedicado a la conservación y educación ambiental.
Durante el capítulo, Braun conversó con su esposa, Sofía Schmidt, quien es arquitecta de la Universidad de Chile, Máster en Arquitectura del Paisaje de la Pontificia Universidad Católica de Chile y co-fundadora de la Fundación Brotario, una organización que transforma espacios para niños usando la naturaleza.
Descubre el trabajo de Fundación Brotario
"Brotario nace de Jardín Nativo, un proyecto que estamos implementando en 10 escuelas rurales de la Cuenca del Llanquihue. Su objetivo es acercar a los niños a la naturaleza de manera cotidiana. Para institucionalizar esta iniciativa y darle un marco conceptual, creamos Brotario junto a Florencia Pérez y María Jesús Parada. Buscamos que todos los niños y niñas de Chile tengan experiencias significativas en la naturaleza", reveló Schmidt en Sobre la Tierra.
¿Por qué adaptar espacios con la naturaleza? Según ella, "la naturaleza despierta curiosidad y otorga bienestar a largo plazo. Cuando estás cerca de ella, tomas conciencia del medio en el que habitas. La flora nativa me toca el corazón, me conmueve y me entrega belleza, de la misma forma en que la literatura lo hace. Luego de haber estudiado arquitectura del paisaje, entendí la importancia de los paisajes y cómo muchos espacios estaban en desuso o mal mantenidos".
El propósito educativo, para Sofía Schmidt es que los niños se familiaricen con su flora de manera genuina y cotidiana. "Que no les sorprenda ver un espino en su colegio porque también lo ven en el cerro. Que un wingán o un boyén, especies nativas de los bosques y cerros de Santiago, estén presentes en su entorno escolar."
Esta decisión se debe porque "aunque los jardines nativos se desarrollan en escuelas rurales, nos dimos cuenta de que muchos niños de estas comunidades no conocen bien la flora nativa", dice Schmidt y agrega que le llaman la atención porque estos niños "viven en entornos donde deberían reconocer especies como el canelo o el pelú. La realidad es que ni en la ciudad ni en las escuelas rurales hay un contacto cercano con la naturaleza nativa".
En este sentido, la arquitecta señaló que en Brotario "no solo construye jardines en las escuelas, sino que involucra a la comunidad en el proceso", y explicó cómo trabajan para adaptar espacios: "Primero, elegimos el lugar del jardín. Luego, trabajamos con los niños en el estudio de las plantas, el diseño del espacio y la planificación. Finalmente, llega el día de la plantación, donde toda la comunidad escolar participa. Estos jardines permanecen en las escuelas y se convierten en espacios de aprendizaje activo".
Buscamos que los profesores integren el jardín en su enseñanza con actividades semanales. Puede usarse para estudiar matemáticas, crear arte o aprender sobre la colaboración y el cuidado del entorno. La educación no solo es conocimiento, también es comunicación, pensamiento crítico y trabajo en equipo.