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La ternura de los "diablitos": pequeños bichitos con grandes maravillas

Por: María Giacoman
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Conocen el planeta mucho mejor que nosotros. Son unos "maestros" del camuflaje frente de depredadores. Se pueden encontrar -si es que lo puedes hacer- en distintos colores y son originarios de las zonas tropicales del globo. Te presentamos a los llamados "diablitos", o "periquitos". 

Están en la Tierra desde hace aproximadamente 40 millones de años atrás. Según el Museo Nacional de Costa Rica, estos curiosos "bichitos" son originarios de los bosques tropicales del continente americano. Si viajas hasta esa zona, podrás encontrar ahí la mayor variedad de "diablitos" del planeta. 

 

La mayoría se concentran en América, precisamente en países como Costa Rica, Ecuador y Colombia. En Chile también nos podemos encontrar con estos diminutos amiguitos, con registros del Achisme rubrocostata y el Sundarion chilense. 

Son parte de la familia de los membrácidos, y la principal característica es que detrás de su cabeza, donde está el pronoto (el primer toráx de todo insecto donde está el primer par de patas), tienen una gran variedad de cuernos, espinas, hojas, bulbos, o incluso, según algunas observaciones, excrementos de insectos. 

 

De ahí el nombre de "diablitos", "periquitos", o también "toritos". Esta anatomía les permite camuflarse muy bien de depredadores, pareciendo simplemente plantas o piedras. Pueden medir entre 2 y 24 milímetros de longitud, y en el mundo hemos podido describir más de 3.450 especies, divididas en más de 428 géneros de la familia de membrácidos. 

 

Ahora bien, lo que  muchos se preguntan, ¿De qué se alimentan estos insectos? 

Son succívoras. Se alimentan exclusivamente de savia vegetal a través de una estructura y función bucal que les permite hacerlo de esa manera. 

 

Tienen muy buenas amistades, ya una de sus características más fascinantes son sus relaciones simbióticas. Es así como las podemos ver con hormigas, avispas y abejas haciendo "buenas migas". Hay observaciones que describen a las hormigas alimentándose de azúcares que secretan las ninfas (membrácidos en estado inmaduro), protegiéndolas hasta que pasan a estado adulto.

 

Entre estos, se comunican de una forma muy particular: lo que hacen es vibrar su abdomen en el lugar donde se encuentren. Por ejemplo, si están en el tallo de una planta, la hacen vibrar para avisar a otros ejemplares de alarma, alimento, cortejos, lugares para esconderse, entre otros. Algo que es casi imposible detectarlo por el ojo humano.

Tienen distintos tipos de comportamientos, se les puede ver en solitario o en colonias. Las que viven solas, habitan en axilas de hojas y en flores de plantas. 

 

Viven en colonias cuando la hembra es fecundada por el macho. Este atrae también a otras de la misma especie a la misma planta. Así, se promueve la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de la descendencia, según el museo.

Te invitamos a observar y cuidar a estos pequeños seres, que con sus colores y formas, nos sorprenden con sus grandes maravillas. 

 

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