Estudios logran desentrañar los secretos de este árbol para vivir en el Desierto de Atacama
Este árbol tiene la capacidad de adaptarse a climas extremos. Sus secretos podrían ayudar a otras plantas a resistir el cambio climático.
Travesura realizada para este árbol, que desafía las reglas de sobrevivencia del Desierto de Atacama. Investigadores del Núcleo Milenio de Ecología Histórica Aplicada para los Bosques Áridos (Aforest) han desvelado el gran secreto del chañar, una especie que desafía las adversidades de esta zona de nuestro país.
El avance científico es un hito, por primera vez en la historia se descifra el genoma mitocondrial de un árbol o arbusto en el difícil Desierto de Atacama, que tiene uno de los climas más inhóspitos del mundo.
El Chañar, una especie que no le teme al Desierto de Atacama
Según los resultados del estudio, el chañar ha experimentado una evolución notable para enfrentar el estrés abiótico, como la radiación, la salinidad y la escasez de agua. Estos genes de resistencia fabricados, podrían ser el factor para crear estrategias propias de adaptación al cambio climático que hoy se desarrolla en el planeta.
Considerado como un árbol fundamental para las comunidades indígenas durante 3.000 años, el chañar desempeña un papel vital en sus ecosistemas. Desde que vive en el Desierto de Atacama, este ser vivo, ha manifestado cambios que le han permitido adaptarse a las condiciones climatológicas de esta zona.
El árbol pertenece a la familia de las leguminosas, una especie de que entrega un fruto tipo legumbre y posee sus hojas compuestas y estipuladas. Su aporte al ecosistema es su capacidad de enriquecer el suelo con nitrógeno, conservar el agua y fomentar la retención de carbono en la superficie. Así, protege la biodiversidad y contribuye a los ciclos biogeoquímicos.
Especies como el Picaflor de Arica, reptiles, insectos y roedores de la zona del Desierto de Atacama ven en los chañares un lugar para sobrevivir en esta región, los árboles son esenciales para su supervivencia.
Genes únicos como sdh1 y nad1 fueron detectados por el estudio, lo que podrían ser fundamentales para la supervivencia del árbol en el desierto. Según la investigación, estos genes estarían relacionados a la tolerancia a la sequía, generando un proceso de adaptabilidad evolutiva para posicionarse en lugares áridos.
Pero otro compuesto que hace que el chañar sea un gran superviviente, es el cloroplasto alojado en su material genético. Los niveles de este elemento son los más observados en una planta en el mundo, lo que le permite adaptarse a condiciones extremas.
Según los investigadores, esta información podría servir para mejorar la tolerancia de las plantas al estrés ambiental. También podría beneficiar a la agricultura al fortalecer la resistencia a enfermedades.
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