En esta nueva versión de la fiesta del deporte mundial son miles los atletas que viajaron a la capital francesa para ponerse a prueba y buscar ganar el oro para sus países. Sin embargo, existe 1 deporte en esta edición de las olimpiadas que se jugará a 15 mil kilómetros de distancia.

Cada 4 años, el mundo pone sus ojos en los miles de deportistas de todas las delegaciones de cada país para ver su desempeño en la máxima cita mundial para cada rama deportiva.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 comenzaron la semana pasada con el fútbol y el viernes 26 de julio fue la ceremonia inaugural, dando inicio oficial a la edición 33 de esta fiesta deportiva por excelencia.

En cada edición, el Comité Olímpico Internacional define qué nuevos deportes pueden hacer su debut en los juegos, buscando incluir y representar nuevas ramas, como es el caso del break dance para esta versión. Así como también, hay algunos que simplemente se excluyen por diversos motivos, como son el caso del karate y el béisbol/softbol que sí dijeron “presente” para Tokio 2020.

Lo curioso del listado de deportes confirmados para París 2024, hay uno solo que se está desarrollando a un poco más de 15 mil kilómetros y a 21 horas de vuelo de Francia: el surf olímpico.

¿Por qué se tomó esta decisión?

Resulta que uno de los compromisos de los organizadores de París fue extender las Olimpiadas por todo el territorio francés. Es por esto mismo que hay competiciones como el fútbol, baloncesto y otras que se juegan en otras ciudades de Francia, y la elección para el surf fue la isla de Tahití, específicamente la localidad de Teahupo’, mundialmente conocida por sus olas, y que corresponde a la isla más grande la Polinesia Francesa, territorio de ultramar francés desde 1946.

Esta singular decisión ha dado lugar a una sede muy particular y es que, como los deportistas deben alojarse en la Villa Olímpica, los surfistas de esta competición se están hospedando en un lujoso crucero anclado en las costas de la isla.

¿Ha ocurrido una situación similar en el pasado?

Sí, algo parecido ya pasó en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956. Debido a una cuarentena decretada sobre todas las especies animales que ingresaran a Australia, la equitación olímpica se tuvo que realizar 6 meses antes de la cita en la ciudad de Estocolmo (Suecia), siendo hasta ese momento la primera vez que las competencias olímpicas se llevan a cabo en continentes distintos.