Capítulo 1: Sonia Mamani, educadora de la lengua y cultura aymara
La docuserie tiene como objetivo visibilizar el trabajo pedagógico intercultural que realizan hace más de 15 años, cientos de Educadoras y Educadores de Lengua y Cultura Indígena, más conocidos como ELCI.
En el primer capítulo del nuevo programa de 13c “Raíces”, conoceremos la historia de Sonia Mamani, una educadora de Lengua y Cultura Indígena (ELCI) aymara en Pachica, en la región de Tarapacá.
Sonia, llegó a Pachica muy pequeña y relata que cuando llegó al colegio no sabía hablar español y recibió muy malos tratos de los profesores.
Después de vivir una triste situación en un internado y refugiarse en la casa de sus abuelos, nunca más volvió al colegio y se dedicó a vivir de su cultura. Su abuela le enseñó a pastear llamas, hilar, tejer y gracias a la sabiduría de sus abuelos volvió a retomar su lengua para nunca dejarla. Desde ese entonces, Sonia comprendió que sus raíces eran esenciales en el desarrollo de su vida.
En tanto, su padre la instruyó en el arte de la agricultura, ganadería y artesanía. Hoy, ella misma cultiva y cosecha sus propios alimentos y bajo esta herencia patrimonial ha criado a sus hijos e hijas.
Ahora bien, después de vivir aquellas vicisitudes, un acontecimiento cambió su vida: en 2012 comenzó a trabajar como educadora en JUNJI (Junta Nacional de Jardines Infantiles).
“Los traje a la chacra, les enseñé a contar los animalitos en aymara, a cortar pasto, todo lo que les enseñaba a mis niños”, narra Sonia.
Marielyn Molina es parte del equipo educativo del jardín infantil “Kantati”, colabora junto a Sonia y asegura que “es un honor trabajar con una persona así y conocer su cultura aymara de cerca".
Dayanna Figueroa, asesora intercultural, reafirma el impacto positivo que tiene enseñar esta tradición a niños y niñas, ya que “uno antes eso se lo mostraba en láminas e imágenes, pero hoy día ellos ven diversidad y pertinencia cultural a través de Sonia y observan características propias de su cultura a través de su presencia”.
El proyecto educativo tiene como propósito “transformar la idea del bilingüismo, de pasar de que sea una asignatura hecha en una lengua a que sea todo en el jardín en la lengua propia y en la lengua materna del niño o niña”, añadió Marielyn Molina.