Viven como sultanes: te presentamos un paraíso de gatos llamado Estambul
Caminan como si fueran los verdaderos sultanes de Turquía. Se suben a las mesas de las cafeterías y hasta los podemos ver en las cajas de frutas tomando su necesaria siesta para vivir su difícil vida de dioses. Son los gatos callejeros de Estambul, la ciudad que los respeta, ama y cuida hasta en los momentos más difíciles de la humanidad.
Si un día tienes la oportunidad de viajar a la histórica ciudad de Estambul, en Turquía, lo más probable es que te topes en cada calle, restaurant, jardín, supermercado o edificio con gatos.
Respetados tanto como en el Antiguo Egipto, los gatos tienen un papel fundamental en la que fue la que fue capital del Imperio Bizantino. Y es que aquí son ciudadanos ilustres. Pasean por sus calles tranquilos y en confianza, hacen lo que quieren y nadie los reta. Los ciudadanos los alimentan, conviven con ellos y hasta los ayudan a cruzar las calles.
Y es que Estambul es un paraíso para gatos y perros callejeros. A tal punto de ser protegidos por el mismo Estado, que desde 2009 estableció una Ley que castiga a quienes les haga daño o les retire la comida. Estos animales son del pueblo.
Incluso, durante la pandemia, cuando comenzaron los toques de queda y las restricciones sanitarias, fue el mismo gobierno el que salió a las calles a cuidar de estos peludos ciudadanos. Eran llevados al veterinario, los esterilizaban y les daban medicinas. En Turquía, a pesar de no tener una dieta vegetariana, sorprende el cuidado que le dan a los animales.
Los vecinos de la ciudad también hacen su parte. Cuando hay lluvias, heladas o fuertes vientos, construyen casetas de cartones, hierbas, maderas y palos para dar cobijo a los gatos y perros.
El origen de esta cultura viene de una particular historia que tiene relación con Mahoma, el profeta de la religión islámica. Según los especialistas, un día este hombre se encontró con un gato en su túnica, desde ese entonces, amó a los animales al igual que las personas.
Como muestra de fe, los musulmanes se sumaron a cuidar a esos animales también. De hecho, el libro sagrado del Islam, el Corán, estipula que estos fueron creados por Alá (Dios). Además la cultura islámica respeta mucho a los gatos por ser muy limpios, algo que no sucedió con los perros debido a que para ellos: "es un animal sucio y debe mantenerse fuera del hogar".
La historia del gato Tombili
Seguramente habrás visto el meme de este ejemplar en una posición muy cómica:
Es Tombili, un gato que se hizo muy famoso luego de demostrar una especie de "vida despreocupada" en una banca. Algo que como te mencionamos, es un lema para estos animales en Estambul. Lamentablemente en el año 2016, Tombili nos dejó.
Para honrar la memoria de este felino, los ciudadanos de la ciudad le dejaron flores y notas de despedida. Sin embargo, estos gestos de cariño no podían perdurar en el tiempo. Y fue así que tras 17.000 firmas reunidas por los habitantes, la ciudad decidió hacerle un estatua, la que puedes visitar si viajas a ese lugar.
Pero los perros en su historia lo pasaron mal.
Cuenta la historia que en siglo XIX los perros fueron capturados y deportados a una isla cercana a Estambul de nombre Sivriada. Donde los dejaron a su suerte y hacinados. Se estima que en un momento hubo 50.000 perros vagando por las calles de dicha isla. Las imágenes son muy crudas.
Pero en 1911, el gobernador de Estambul liberó a los perros se sobrevivieron en Sivriada y repoblaron la ciudad. Desde ese entonces, en Turquía se sienten en deuda con los animales callejeros, convirtiendo sus calles en un paraíso para que puedan vivir en paz.