Pescadores que no pescan: Los refugios marinos creados por estos para conservar peces
Ya son seis años los que llevan diversos pescadores chilenos que determinaron crear "refugios marinos" para proteger la biodiversidad marina y costera. Al igual que la tierra y el aire, la salud del mar también se ha deteriorado con gases invernadero.
Este último ha provocado cambios en la temperatura del agua de mar, y ha "acidificado" esta con sus efectos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó que este fenómeno ha provocado “cambios nefastos para la vida subacuática y en tierra firme”. Agregan que el exceso de las emisiones: “ha reducido la capacidad natural que tiene el océano para absorber dióxido de carbono y proteger la vida en el planeta”.
Las aguas costeras son unas de las más afectadas, debido a que a estos factores de estrés, se suma la contaminación que hemos aumentado exponencialmente.
Fue así que pescadores de cinco caletas de nuestro país decidieron contrubuir en el marco del plan de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Así que determinaron un área para proteger por cuenta propia un sector donde históricamente habían pescado y cosechado mariscos.
Esto quiere decir que nadie puede extraer pescados, ni mariscos en esta zona. Lo hicieron dentro de las llamadas "Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentóicos" (AMERB), donde tienen derechos de explotación exclusivos.
Son cerca de 15 hectáreas de áreas protegidas que también cumplen la funcionalidad de "semillero" para especies que pueden ser extraídas una vez que salen de esta zonas.
Después de seis años de aplicada la medida, tanto pescadores como representantes de organizaciones asesoras han manifestado que ya hay pruebas de que esto funciona y que solo se han observados beneficios.
Esto lo definen como el avistamiento de peces que se creía que ya no había en zonas de pesca, como ejemplares de vieja, bilagay, rollizo y cabrilla. Así, los pescadores se hacen un banco para poder tener recursos y mantener sus oficios de manera sostenible y eficiente.
La idea también ha impactado en las comunidades, donde hay cada vez más interés en la conservación de zonas marítimas. El cambio también ha beneficiado a la imagen de los pescadores, quienes antes eran mirados como "destructores" del mar, y hoy son vistos como grandes agentes que ayudan a la naturaleza.