Nuevo hallazgo científico sobre avanzada civilización en China deja sorprendido a los científicos
Un equipo de investigadores ha descubierto recientemente una cultura muy avanzada en Asia oriental, que data de hace más de 45.000 años. Esto gracias al estudio de hallazgos de 1963.
El mundo científico se encuentra en jaque desde el reciente descubrimiento de una cultura muy avanzada en Asia Oriental que data de hace más de 45.000 años. Y usted se preguntará ¿qué tiene de especial el hallazgo?
Y es que es especialmente significativo porque adelanta la migración de los primeros humanos modernos al norte de China y nos entrega información clave para entender el proceso de expansión del Homo sapiens.
El equipo es liderado por Shixia Yang, profesora del Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology (IVPP), y que ha contado con la participación del doctor Andreu Ollé, investigador del Iphes-Cerca, profesor de la Universitat Rovira y Virgili de Tarragona y especialista en tecnología lítica y análisis microscópico del desgaste de las herramientas.
Los primeros trabajos de excavación del yacimiento de Shiyu, situado al aire libre con unos 30 metros de depósito sedimentario en el lecho de un río en la provincia de Shanxi, se realizaron en 1963 y en aquel momento los arqueólogos identificaron evidencias de ocupación humana en las capas más profundas.
En ese año se recuperaron más de 15.000 herramientas de piedra, restos de animales y fragmentos de cráneo de un homínido. El equipo actual revisó el conjunto arqueológico conservado y establece que: “se trata de un conjunto de Paleolítico superior inicial, que incluye tecnología laminar, pero también puntas Levallois, puntas de proyectil con evidencias de mango y fracturas por impacto, herramientas fabricadas con obsidiana procedente de cientos de kilómetros de distancia, puntas de proyectil hechas con hueso animal, así como un pequeño disco de grafito perforado"
Además del hallazgo, el análisis de los restos animales y el estudio de trazas de uso de las herramientas líticas demuestran que se trataba de habitantes principalmente dedicados a la caza de caballos.
En resumen, el sitio arqueológico de Shiyu evidencia un fenómeno de criollización o hibridación cultural, manifestado en la interacción entre comunidades y poblaciones desplazadas. En este proceso, características heredadas se entrelazan con innovaciones recientes. Esta perspectiva desafía nuevamente la narrativa lineal de la difusión global de Homo sapiens, presentando un panorama demográfico y evolutivo más complejo.