La inagotable dedicación de Joan Jara como activista de derechos humanos
Joan Jara no solo fue reconocida por su talento como bailarina, sino también por su incansable labor como activista
El 12 de noviembre, se confirmó el fallecimiento de Joan Jara, la destacada bailarina y ferviente defensora de los derechos humanos, a la edad de 96 años. Joan Alison Turner Roberts, originalmente británica y posteriormente nacionalizada chilena, dejó un legado imborrable en el mundo de las artes y la lucha por la justicia.
Joan Jara no solo fue reconocida por su talento como bailarina, sino también por su incansable labor como activista. Fundadora de la Fundación Jara, su misión era preservar el recuerdo de su esposo, el cantautor Víctor Jara, quien fue asesinado durante la dictadura militar. Su vida se caracterizó por su arduo trabajo en la promoción de los derechos humanos y la memoria histórica.
La trayectoria de Joan Jara
La historia de Joan Jara se remonta a su nacimiento en Londres y su llegada a Chile en la década de los 50. Después de graduarse de la Escuela de Danza de Sirgurd Leerder y formar parte de la Compañía de Ballets de Joos, recorrió Europa como bailarina solista. En Chile, se unió al Ballet Nacional Chileno, desempeñando papeles destacados en producciones como "Carmina Burana" de Ernst Uthoff y "Calaucán" de Patricio Bunster, entre otras.
Su talento la llevó a convertirse en docente en la Escuela de Danza y la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde compartió sus conocimientos en materias como Técnica Moderna, Eukinética y Coréutica. A pesar de llegar a Chile casada con Patricio Bunster, con quien tuvo a su primera hija, Manuela, Joan se separó. Siendo su profesora, conoció a Víctor Jara, con quien tuvo a su segunda hija, Amanda.
La tragedia golpeó la vida de Joan Jara el 16 de septiembre de 1973, cuando su esposo, Víctor Jara, fue asesinado en el Estadio Chile, ahora conocido como Estadio Víctor Jara. Después de este trágico evento, Joan se exilió en Londres y se convirtió en una incansable activista, trabajando para preservar la memoria y el legado de su esposo, así como para destacar en el extranjero las violaciones a los derechos humanos que ocurrían en Chile. No regresó a hasta la década del 80 a Chile.
En 1985, coincidiendo con el regreso a Chile de Patricio Bunster, Joan y él crearon el Centro de Danza Espiral en Santiago. Este centro se convirtió en un espacio crucial donde cientos de artistas de la danza chilena recibieron formación, entrenamiento, perfeccionamiento, y tuvieron espacios para ensayos y muestras escénicas.
El impacto artístico de Joan Jara trascendió a innumerables generaciones de destacados exponentes de la danza, tanto en Chile como en el extranjero. Su contribución fue reconocida con la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda en 2016 y la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile en 2018. Además, en 2021, recibió el prestigioso Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile.
La vida de Joan Jara es un testimonio inspirador de la capacidad de una persona para convertir el dolor en acción, dejando un legado que perdurará en la memoria colectiva de Chile y del mundo.