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El día en que un chileno robó una estatua de Rodin

Por: Vania Ramos
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El robo ocurrió hace 19 años en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Durante 2005 el Museo Nacional de Bellas Artes en Santiago (MNBA) recibió parte de la colección del escultor Auguste Rodin del museo Rodin de París. La exhibición en Chile tuvo alrededor de 300 mil espectadores de la época, sin embargo, a un mes de una de sus esculturas fue robada por un chileno. 

"El torso de Adele", una de las esculturas de Rodin fue sustraída por un estudiante de arte de la Universidad Arcis, Luis Onfray Fabres. El joven tomó la obra y la devolvió a la policía asegurando que la encontró botada en el Parque Forestal, luego confesó que la robó. 

El joven no tuvo mayor condena. Sólo tuvo que trabajar durante menos de un año en la biblioteca de la Ex Penitenciaría por hurtar una obra del escultor. 

Sin embargo, a 19 años del hecho, Onfray publicó una columna en el diario británico The Guardian contando su experiencia sobre cómo robó una obra en un museo y salió casi sin cargos. 

“Robé una escultura de Rodin”

“Era un estudiante de arte en Santiago cuando me invitaron al Museo Nacional de Bellas Artes para un evento privado en junio de 2005", así comenzó la columna de Onfray en The Guardian en la que reveló qué pasó por su mente y cómo robó una obra icónica del museo. "Tomé algunos tragos y necesité ir al baño, que estaba abajo. En el camino entré en una sala muy oscura. No podía ver ni las palmas de mis manos. Luego, sin saberlo, me topé con el Torso de Adele de Rodin, una pequeña escultura de solo 11 centímetros de alto y 37.5 de ancho. Cuando la toqué, estaba fría. Era la primera vez que se exhibía una obra de Rodin en Chile".

"Ni siquiera lo pensé, era ahora o nunca", indicó Onfray. "Sostuve la obra en mis manos y no pasó nada. Así que simplemente la tomé, la puse en mi bolso y me fui sintiéndome emocionado y eufórico."

El pensó en tomar una obra de arte sólo para ver cuál sería la reacción de la sociedad. "El robo está en todas partes de este país: los políticos chilenos han estado saqueando durante años. Entonces pensé: '¿por qué no explorar el robo casi como si fuera una intervención artística y ver qué pasa después?' Mi vida en ese momento era bastante punk. Estaba en una banda de rock y me interesaban las ideas artísticas radicales. (...) Esa noche, todos los factores se combinaron para que lo hiciera. No había alarma, no había cámaras", detalló en el texto. 

El torso de Adele de Auguste Rodin.
El torso de Adele de Auguste Rodin.

Al día siguiente, Luis Onfray se dio cuenta de lo que pasó. La noticia estaba en los diarios, las radios y la televisión: Una obra de Rodin fue robada del museo. Fue ahí cuando pensó en las consecuencias legales que podría tener como un joven de 20 años. "Fui a la comisaría para devolver el Torso de Adele y, al principio, les dije que había encontrado la escultura en el parque. Nunca quise estar en medio de la acción, solo quería ver qué sucedía después. Pero decidí que no tendría sentido mentir, así que luego les dije que era estudiante y que esto era una acción artística. El oficial dijo: 'Eso fue genial', agregó. 

Cuando la policía registró su hogar, Ofray les mostró un documento de su computadora en la que detalló su plan de tomar una obra de arte como una "declaración de principio". en un documento estaba escrito lo siguiente: “La pérdida devuelve la memoria de algo que no está ahí”. "En un mundo lleno de contenido, quería explorar la idea de, en lugar de llevar algo a un museo, hacer lo contrario", escribió él en The Guardian. 

"Después de que tomé la escultura, la exposición fue suspendida y luego reabierta sin el Torso de Adele, pero mucha gente aún hacía fila para ver el pedestal vacío. Me gusta pensar que la gente en Chile está más cerca de la pieza debido a lo que hice", añadió.

Sin embargo, tuvo consecuencias legales de trabajo en una ex penitenciaría, suspendieron su carrera en la universidad y se cambió de institución. Ofray analiza su acto a casi 20 años.

"A los 38 años, estoy en una etapa más madura de mi vida artística. Sigo creando arte, bajo una especie de seudónimo; he hecho fotografía que explora el concepto de la muerte, y estoy creando un libro conceptual con páginas en blanco y textos ocultos. Me han invitado a exponer algunas de mis obras en Argentina. No diré mucho, pero es una instalación que presenta blancos sobre blancos, ligada al concepto de ausencia. Siempre me ha fascinado eso, pero no estoy interesado en tomar nada más de un museo. Por ahora", finalizó. 

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