Aumenta la preocupación por el uso de antibióticos sin prescripción médica
A pesar de que en nuestro país se exige receta médica para la compra de antibióticos, muchos los consumen sin supervisión de un profesional de la salud.
Los antibióticos eliminan bacterias del cuerpo, pero algunas pueden sobrevivir y multiplicarse, lo que puede complicar tratamientos futuros. Esta resistencia a los antimicrobianos causa más de 35.000 muertes al año en Estados Unidos.
Aunque son esenciales para tratar infecciones graves, a veces se recetan innecesariamente. Aquí te mostramos cómo determinar si necesitas antibióticos.
La cuestión más crucial que debes plantear a tu médico antes de iniciar un tratamiento con antibióticos es: ¿Es realmente necesario para mi condición?
"Es muy probable que no lo necesites", afirmó Bradley Langford, un farmacéutico especializado en resistencia a los antimicrobianos del Centro Médico de Salud Pública de Ontario en Toronto. Según los CDC, al menos el 28 por ciento de los antibióticos prescritos en entornos ambulatorios, como consultas médicas y servicios de urgencias, son innecesarios.
En los últimos años, los expertos en salud de Estados Unidos han recomendado ser más cautos al recetar antibióticos para situaciones cotidianas, como el tratamiento del acné o la prevención de infecciones después de procedimientos dentales.
Si un médico recomienda un antibiótico, las investigaciones indican que cuanto más breve sea el tratamiento, menor será el riesgo de desarrollar resistencia. En muchos casos, los tratamientos más cortos son igualmente eficaces que los más largos. A pesar de esto, algunos médicos aún prescriben ciclos más prolongados de lo necesario, señaló Kabbani. Por lo tanto, independientemente de tu situación, es crucial preguntar si estás recibiendo el ciclo más corto posible.
También debes considerar el tipo de antibiótico. Los de amplio espectro, que afectan a numerosas bacterias, tienen más probabilidades de generar resistencia que aquellos dirigidos a un espectro más limitado.
Además, las dosis más bajas no garantizan automáticamente una menor probabilidad de resistencia, según Langford. Lo más importante es determinar si realmente necesitas antibióticos y durante cuánto tiempo.