El cultivo tradicional de frambuesas en Chile rendía entre 8 a 10 toneladas por hectárea, menos de la mitad de lo que se cultiva en otros países.

En el tercer capítulo de “Impacta” conocimos a Mariana Gambardella, Académica de Agronomía UC que se embarcó en la búsqueda de una solución para que Chile vuelva a su lugar en el mercado.

Apostando que el mejoramiento genético podía devolverle a Chile su lugar en el mercado, y después de 7 años de ensayo y error nacieron las primera “santas”, tres variedades de frambuesas que pueden rendir hasta 22 toneladas por hectárea y que fueron bautizadas en honor a Santa Clara, Santa Catalina y Santa Teresa.