Si nos alimentamos bien en nuestros primeros años de vida, podríamos tener una vejez más saludable sin problemas. Así lo dice un estudio.

Mantener una vida saludable es un desafío que está en el consciente de todos los humanos que poblamos este planeta. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, cada vez nos sorprendemos con nuevas revelaciones que nos cambian la pauta de lo que verdaderamente está correcto consumir. 

Gracias a un estudio con levaduras, investigadores del Instituto Babraham en Cambridge acaban de proponer una nueva conexión de las dietas con el proceso de envejecimiento. El hallazgo sería que comer de manera saludable los primeros años de vida podría ayudar a mejorar la salud de la vejez. 

La alimentación en la vida saludable

Este nuevo estudio, sugiere que la levadura son buenos organismos de modelo para estudiar el envejecimiento. Esto porque comparten casi la misma maquinaria celular que los humanos y los animales. 

Además, desde el Instituto Brabraham del Reino Unido, se puede lograr un envejecimiento saludable con cambios en la dieta, sin la necesidad de recurrir a procesos restrictivos. Lo que proponen es optimizar potencialmente la dieta, y hacer que los problemas de mala salud no sean propios del proceso de envejecimiento.

Los que los especialistas han mantenido desde hace mucho tiempo es que la restricción calórica, que significa comer intencionalmente muchas menos calorías de lo normal, sin desnutrirse, puede mejorar la salud de la vejez, e incluso puede prolongar la vida. 

Ahora bien, estudios en roedores muestran que realmente es necesario mantener la restricción calórica durante toda la vida para lograr estos resultados. Si se rompe esta costumbre, los beneficios para la salud desaparecen.

El estudio que fue publicado en la revista PLOS Biology, está revolucionando y transformando las ideas tradicionales y afirma que una alternativa para la restricción calórica puede conducir a una mejor salud a lo largo de toda la vida humana. 

"Demostramos que la dieta en las primeras etapas de la vida puede hacer que la levadura adopte una trayectoria más saludable. Al darle al compuesto una dieta diferente sin restringir las calorías, pudimos suprimir la senescencia, cuando las células ya no se dividen, y la pérdida de aptitud en las células envejecidas", informó, Dorottya Horkai, principal investigadora y especialista del Instituto Babraham.

Los reveladores resultados

Lo que hicieron los científicos fue reemplazar la dieta de la levadura con glucosa por una con aporte nutricional de galactosa. Luego se percataron que muchos cambios moleculares que normalmente acompañan al envejecimiento, no ocurrían. 

Las células de la levadura, cultivadas con galactosa, permanecieron tan en forma como las jóvenes, incluso en etapas más avanzadas de su vida. Cuando les llegó la hora de morir, seguían manteniendo una buena salud. 

"Lo más importante es que el cambio en la dieta sólo funciona cuando las células son jóvenes y, en realidad, la dieta hace poca diferencia en la levadura vieja. Es difícil traducir lo que significa juventud entre levaduras y humanos, pero todos estos estudios apuntan a la misma tendencia: para vivir una vida larga y saludable, una dieta saludable desde una edad temprana marca la diferencia", dijo por su parte Jon Houseley, del Instituto Babraham.

Los especialistas contemplan que para comprender estas tendencias, es importante comprender cómo evolucionan las necesidades nutricionales. Cuando el crecimiento y el desarrollo alcanzan su punto máximo, una dieta rica en proteínas y nutrientes esenciales es crucial. Esto ayuda a construir una base sólida para una vida saludable en el futuro.

Mientras el tiempo pasa, y nuestras vidas siguen desarrollándose, cuando alcanzamos a la mediana edad, es fundamental cambiar la dieta a una basada en un equilibrio para mantener la masa muscular y la salud ósea.

Cuando llegamos a los últimos años, ya tenemos que enfocarnos en una dieta que priorice el corazón y el cerebro. Controlar la ingesta de calorías es muy importante para favorecer un proceso de envejecimiento con una vida saludable.

El enfoque propone un cambio de actitud en cómo vemos el envejecimiento. Dejar de verlo como un deterioro inevitable de la salud, y disfrutar de un periodo prolongado de vitalidad y bienestar con elecciones dietéticas adecuadas.

"Este enfoque innovador ofrece esperanza a quienes buscan llegar mejor a la última etapa de la vida y subraya la importancia de la flexibilidad en las elecciones dietéticas a medida que se avanza en la vida", finalizó Houseley.

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