El gobierno europeo implementó un plan para ponerle fin a esta problemática.

Holanda se convirtió en el primer país sin tener perros abandonados en 2016 y lo logró sin tener que encerrarlos en perreras o eliminándolos. 

Esta situación la venían combatiendo desde el siglo XIX, puesto que en ese tiempo existía una sobrepoblación de perros callejeros los que generaron mordeduras masivas y problemas sanitarios como brotes de rabia.

Ante esta situación, la gobernación de la región puso en práctica una serie de innovadoras medidas para reducir la población de animales vagabundos. 

El programa

“Recoger, Esterilizar, Vacunar, Identificar y Regresar” (CNVR es la sigla en inglés) fue la consigna para crear un proyecto en el que trabajó el Gobierno junto a organizaciones animalistas.

Asimismo, la administración holandesa asumió los costos de la esterilización de perros callejeros castrando alrededor de un 70% de su población. Esta norma disminuyó considerablemente el nacimiento de nuevos cachorros propensos a situación de abandono. 

A la par, educaron y concientizaron a la ciudadanía sobre la tenencia responsable; crearon la Ley de Salud y Bienestar Animal, que prohíbe a los propietarios a abandonar y maltratar a sus mascotas y los castiga con altas multas y cárcel; también, aplicaron elevados impuestos a la compra y venta de perros.  

En consecuencia, estas medidas motivaron la adopción como la única manera de obtener una mascota. 

Recordemos que en nuestro país el abandono de perros y gatos tiene alarmantes cifras.

Según un informe realizado por la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica y el Programa Mascota Protegida de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), se calculó que hay 4.049.277 de animales que no tiene ninguna supervisión (sin un dueño visible conocido) en Chile.