Narges Mohammadi es la ganadora del Premio Nobel de la Paz 2023. ¿Quién es? ¿A qué se dedica? Te lo contamos en este artículo.

Narges Mohammadi es el nombre de la mujer iraní que ganó el Premio Nobel de la Paz 2023. Así lo hizo saber el Comité Noruego de este evento, que le otorgó el reconocimiento por su activismo por los derechos de las mujeres, la democracia y estar en contra de la pena de muerte durante años. 

Una Nobel de la Paz encarcelada en Irán

La activista de Irán hoy se encuentra cumpliendo una pena de diez años de prisión en Evin, una cárcel ubicada en Teherán, la capital de ese país. El Comité Noruego anunció que tomó esta determinación por su: "lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos".

Para esta versión, hubo un total de 351 candidaturas, que en su mayoría -estamos hablando de 251- corresponden a personas a título individual que también incluían a la afgana Mahbouba Seraj, los activistas por los derechos indígenas Victoria Tauli-Corpuz y Juan Carlos Jintiach, el Consejo Consultivo de Unidad Nacional de Myanmar y el Human Rights Data Analysis Group (HRDAG), definida como una organización que documenta datos sobre violaciones de los derechos humanos. 

¿Quién es Narges Mohammadi?

Narges Mohammadi es una activista de 51 años. Nació en 1972 en Zanjan, una ciudad del norte de Irán. Hija de una familia de clase media, de padre cocinero y agricultor. Estudió en la Universidad Internacional Imam Joemini, donde se licenció en física, y luego se convirtió en una ingeniera profesional.

Durante su vida universitaria, comenzó su activismo por los derechos de las mujeres. Escribió artículos sobre este tema en el diario estudiantil y fue detenida en dos reuniones del grupo de estudiantes políticos Tashakkol Daaneshjuyi Roshangaraaan, "Grupo de Estudiantes Iluminadores", en español. 

Luego comenzó a enfocar su carrera al periodismo, y luego colaboró con grupos de la sociedad civil para trabajar por los derechos de las mujeres y las minorías de Irán, el que es definido como un país "autoritario" gracias a la influencia de la religión musulmana que predomina en ese territorio. 

Sus motivaciones la llevaron a participar en el Centro de Defensores de los Derechos Humanos, un grupo fundado por la abogada iraní Shirin Ebadi, que fue ganadora del Nobel de la Paz en 2003, y que está centrado en la abolición de la pena de muerte. Su aporte fue tal, que llegó a ser vicepresidente de la organización.

Su primera detención fue cuando tenía 26 años. Desde ese entonces, el régimen iraní la ha encarcelado en variadas situaciones. Fue así que se convirtió en una voz irreductible que cada vez que encuentra un espacio, denuncia los ataques contra los derechos humanos, desde la opresión contra las mujeres, hasta la pena de muerte. 

Mohammadi está casada con Taghi Rahmani, quien ha estado 14 años encarcelado en el país de Oriente Medio. Hoy, este hombre vive exiliado en París, con sus hijos gemelos, que lamentablemente no pueden ver a su madre desde hace años.

En 2018, Mohammadi recibió el Premio Andrei Sajarov. Y a principio de mayo de este año, ella fue una de las tres periodistas iraníes encarcelados que recibieron el Premio Mundial de la Libertad de Prensa de las Naciones Unidas. 

También recibió el premio Guillermo Cano a la Libertad de Prensa de la Unesco, y en 2022 sumó otro reconocimiento con el Premio al Valor de Reporteros sin Fronteras (RSF) 

"Narges Mohammadi ha sido una indómita voz contra la represión del Gobierno iraní a pesar de ser uno de sus más perseguidos objetivos", comentó sobre ella Kenneth Roth, el director de Human Rights Watch entre 1993 y 2022.

Según la comunidad internacional, Mohammadi presenta desde 2013 problemas de salud asociados a síntomas de epilepsia, los que habrían comenzado por los intensos interrogatorios a los que ha sido sometida por el régimen iraní. 

Asociaciones y organizaciones como Amnistía Internacional llevan tiempo denunciando que Mohammadi está siendo torturada, y que no recibe el tratamiento médico que necesita para el corazón y los pulmones. Incluso, en febrero de 2022, sufrió un paro cardiorespiratorio, y la fiscalía de ese país prohibió su traslado a un hospital. 

Si bien, ha sido condenada a 31 años de prisión, su actual condena es de 16 años. En 2020 fue liberada después de cumplir ocho años y medio por cargos que iban desde planificar crímenes contra Irán, hasta formar una organización ilegal. Hoy está de nuevo en la cárcel, llevando a estar trece veces en esta condición y con la ridícula sentencia de ser castigada a 154 latigazos. Todo por luchar por los derechos de las mujeres. Hoy, el Nobel de la Paz se va a las oscuras celdas de una cárcel en Irán. 

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