Chófer y gran acompañante de Pablo Neruda, Manuel Araya siempre aseguró que al poeta lo asesinaron "Agentes del Estado".

Tenía 77 años cuando un accidente cardiovascular le puso fin a la vida de Manuel Araya. El hombre, había sido chófer del poeta Pablo Neruda y también testigo clave en el caso abierto por el fallecimiento del también Premio Nobel de Literatura en 1973. Y es que Araya, siempre aseguró que Neruda fue envenenado. 

“Yo hice esta denuncia desde un principio, pero en Chile no tuve casi nunca cobertura”, dijo entonces Araya. “Ahora esperamos que la señora ministra Plaza resuelva. Soy la persona más feliz hasta el momento, porque llegamos a esta parte. Neruda fue asesinado por esta inyección”, dijo en su momento Manuel Araya en febrero de 2023, cuando un informe realizado por un panel de expertos respaldó la teoría de que al poeta lo mataron. 

Recordemos que el Premio Nobel falleció un 23 de septiembre del año 1973 en la Clínica Santa María. Habían pasado doce días del Golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet. Según los documentos de su muerte, la causa del deceso había sido un cáncer de próstata con metástasis. 

Pasaron 40 años con esta conclusión. Sin embargo, en el 2011, apareció la figura de Manuel Araya, quien aseguró que a Neruda "lo asesinaron agentes del Estado" con la inoculación de una sustancia química. Esta habría sido Clostridium botulinum, una bactería patógena capaz de provocar el botulismo, una enfermedad que afecta el sistema nervioso. 

Tras revelarse esta afirmación, el Partido Comunista (PC) interpuso una denuncia contra quienes resulten responsables por la muerte de Pablo Neruda. A esta querella, también se sumó el sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien también comparte la teoría del asesinato. 

El PC emitió un comunicado respecto a la muerte de Araya: "Sin duda, Manuel Araya fue clave con su testimonio, su gestión y su valentía para que existieran los elementos que dieron pie a la querella". 

Además, desde la colectividad agregaron: "Estuvo siempre a disposición de esa investigación judicial y bregó con todas sus fuerzas para que no solo el legado de nuestro Premio Nobel perdurara, sino que también se impusiera la verdad sobre su muerte, investigación que aunque está en desarrollo, nos arroja importantes luces sobre la partida física del poeta". 

Por otra parte, Rodolfo Reyes, le comentó al medio español El Pais: "Él estaba activamente preocupado de cómo avanzaba el caso. Él era una persona intachable, era muy correcto y caballero. Gracias a él se supo cómo murió el tío Pablo; él siempre persiguió la verdad". 

Fue el mismo Araya, quien trasladó a Neruda desde su casa en Isla Negra, hasta la Clínica Santa María. Iba también con Matilde Urrutia, esposa del poeta. Fue en ese lugar donde lo habrían envenenado y asesinado según el chófer. 

Con ese testimonio. el primer juez del caso, Mario Carroza, ordenó en el 2013, la exhumación de los restos de Pablo Neruda. Ese mismo año, el panel de científicos que analizó el cadáver concluyó que la muerte había sido por cáncer de próstata. Pero en el 2017, otro grupo de expertos encontró la presencia de la sustancia química. 

Además, este segundo panel reveló nuevas conclusiones. Tras la investigación, concluyeron que la caquexia, la pérdida de peso que presentan los pacientes que sufren de cáncer, estaba completamente descartada. Tras los dos informes contradictorios, se llamó a un tercer panel, el que entregó en marzo de 2023 un documento con un nuevo análisis. 

La actual jueza a cargo del caso, Paola Plaza, es ahora la encargada de emitir un pronunciamiento judicial en base a los resultados. Este determinará si Neruda falleció a causa del cáncer, o si finalmente fue asesinado. 

Hoy, la jueza está trabajando en el estudio de los antecedentes. Solo queda esperar, que dicen las investigaciones de este caso.