¿Qué son las ciudades inteligentes?
Editorial
Pedro Mancilla, conductor de "Desafìo 2030".
Me han pedido que escriba sobre las ciudades inteligentes y en mi interpretación no existen las ciudades inteligentes. Lo que sí creo que existe son personas comprometidas que hacen prácticas sostenibles de sentido común y que, mirado desde cierto punto de vista, genera la idea que que existen las llamadas ¨smart cities¨.
Cuando hablamos de un tipo de ciudad rediseñada por personas que danzan en el desarrollo de soluciones cultivando un habitar amable en la ciudad y respetuoso con el medio ambiente, hablamos de una ciudad inteligente. Y si además, esas mismas personas comprometidas, ven en la instalación de dispositivos tecnológicos la posibilidad de recoger datos, analizarlos y plantear preguntas que llevan a mejores soluciones, estamos en presencia de una inteligencia que escucha el comportamiento humano, los flujos como el transporte, los haceres como el trabajo y los producires urbanos como fuente de inspiración para mejorar la calidad y cuidar la vida, ciertamente podemos decir que la ciudad se ha vuelto inteligente.
Para comprender mejor lo que digo, les haré una pregunta a propósito que hoy día, muchas profesiones y puestos de trabajo han quedado develadas en su posibilidad de realizarlas desde casa, evitando el traslado de personas y con ello reduciendo en más de 90% la emisión de CO2 y junto a ello un ahorro en tiempos de traslado y recursos por parte de millones de trabajadores de la era del rendimiento. La pregunta que traigo plantea desafíos y evidentemente en la cercanía de esta nueva práctica laboral hogareña, observamos un malestar inicial, que aparece de nuestra natural resistencia al cambio. ¿No será que este es el ¨empujuncito¨ que estábamos esperando para que se produjera una transformación de nuestras ciudades desde nuestro compromiso con el habitar?. Si lo hubiésemos planificado, en el hecho de paralizar el traslado humano en contexto de la cuarentena, este plan sería la mayor proeza de cambio de la historia humana post industrial en favor del medio ambiente y de la sostenibilidad del planeta. ¿Mérito de los ciudadanos inteligentes comprometidos o forzosa situación con una externalidad positiva?.
En Desafío2030 visitamos la ciudad de Halden en Noruega, en ella tuvimos la oportunidad de ser guiados por su propio alcalde quien nos presentó este tipo de soluciones innovadoras que han llevado a catalogarla como la ciudad más ¨inteligente¨ de Noruega. Y quizás lo es, pero sigo creyendo que eso se debe a que existen ciudadanos, funcionarios públicos, emprendedores, makers e incluso educadores que han asumido ese compromiso profundo con desarrollar prácticas que se hacen cargo de las preocupaciones de otros seres humanos y del medio ambiente. Un par de ejemplos de esto son las soluciones a partir del monitoreo: Los baños de las habitaciones en un hogar de la tercera edad, espacio que dispone de monitores para reportar si el huésped se encuentra bien (monitoreo de movimiento y temperatura). El resultado ¨inteligente¨ permite respetar el espacio personal y a la vez brindar una oportuna asistencia en situaciones de riesgo. O el sistema de monitoreo de retiro de residuos, que a través de sensores reporta a los camiones cuando conviene retirar los contenedores, haciendo más eficiente el sistema y provocando ahorros de energía a toda la red de camiones municipales que circula por la ciudad.
Insisto, las ciudades no son inteligentes, solo existen ciudadanos comprometidos con desarrollar soluciones y vivir en un estado de ánimo de colaboración que cultiva buen vivir entre las personas que habitan un territorio. La ciudad inteligente surge, porque hay personas que escuchan al otro ser humano como un legítimo otro y se comprometen mutuamente para inventar un mejor futuro. Y tú ¿estás disponible para inventar ese tipo de futuro y ser parte activa de la solución para vivir en una ciudad inteligente?. Piensa local, el cambio está en ti.
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