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Pareja vive en el Palacio Larraín en Santiago Centro: tiene 88 habitaciones

Por: 13 C
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Descubre la extraordinaria vida de José Antonio Ilianovich y Sofía Latorre, quienes convirtieron el Palacio Larraín en su hogar y en un espacio artístico en pleno centro de Santiago.

En el corazón de Santiago, la pareja conformada por José Antonio Ilianovich, licenciado en Historia, y su esposa Sofía Latorre, ha transformado el emblemático Palacio Larraín en su hogar. Ilianovich, residente del edificio durante 18 años, relata a Las Últimas Noticias (LUN) la audaz propuesta que les hizo a los actuales dueños para hacerse cargo de la propiedad y revivir sus valores históricos.

"Un tiempo arrendamos habitaciones con fines residenciales, pero ahora solo las ofrecemos a artistas para que instalen sus talleres, generando ingresos para su mantenimiento", explica Ilianovich, quien ha convertido el palacio en un espacio donde el arte y la historia convergen.

 

Construido en 1913 por encargo de la familia Larraín Mancheño, el palacio, con sus 3 mil metros cuadrados, 14 baños, cuatro cocinas y 88 habitaciones, es mucho más que un hogar: es un museo viviente. Ilianovich, al recordar la condición inicial del palacio, destaca: "Prácticamente estaba en ruinas. Les presenté la idea de recuperarlo, y como ellos no vivían aquí, se interesaron en preservar su valor histórico y destacar sus detalles arquitectónicos".

La familia que lo construyó vivió en el lugar por casi 59 años hasta 1972, donde luego quedó cerrado, se sometió a remate y cambió de dueños.

La vida diaria en el Palacio Larraín no está exenta de desafíos. Ilianovich comenta sobre las complicaciones logísticas, como el almuerzo que "llega frío" cuando se come en el comedor principal, situado a 30 metros de distancia. A pesar de estos inconvenientes, afirma que vivir en este museo es ahora su "normalidad", aunque la limpieza y la calefacción presentan constantes desafíos.

 

Illianovich aseguró que para ellos "ya es una normalidad" vivir en la casa, aunque mantenerla limpia "es un tema". "Si uno no la limpia frecuentemente, se deteriora. Limpiamos nosotros o a veces pedimos que nos ayuden", apuntó.

"Otro problema es que es imposible calefaccionar toda la casa, así que ocupamos estufas por sectores", afirma.

La pareja, además, ofrece visitas guiadas inmersivas donde se visten de época, transportando a los visitantes a un viaje en el tiempo. Este 18 de noviembre, se llevará a cabo un desfile de moda, fusionando el esplendor del pasado con la creatividad contemporánea en este asombroso escenario lleno de historia.

 
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