Una expedición realizada por un conjunto de universidades y museos de Croacia, logró dar con un camino que data de hace 7.000 años. Esto sería parte de una red de conexiones entre asentamientos de una cultura marítima ubicada en ese país.

¿Existió realmente la Atlántida? Esa es una de las incógnitas más grandes desde la antigüedad clásica. A medida que pasan los años y que exploramos más nuestro planeta, hemos encontrado vestigios de civilizaciones que a veces nos hace replantearnos la veracidad del mito anunciado por Platón. 

Pero el protagonista no es esta leyenda griega. Es el descubrimiento de un equipo de arqueólogos, fotógrafos y buzos de los Museos de Dubrovnik; el Museo de la ciudad de Kaštelq; la Universidad de Zadar; y el Museo de la ciudad de Korčula; que en un trabajo mancomunado, lograron dar con una carretera en el fondo del Mar Mediterráneo, con siete mil años de antigüedad. 

El hallazgo se logró luego de barrer esta zona y encontrarse con una estructura construida con piedras de cuatro metros de ancho, y perteneciente al periodo neolítico de Soline, un asentamiento descubierto en el año 2021 por quien lideró la expedición que dio con el hallazgo de la carretera, el Dr. Mate Parica.

El especialista se encontraba haciendo un análisis de imágenes satelitales de un área cercana a la Isla de Korčula, ubicada en la costa mediterránea frente a Crocia. Fue ahí cuando se dio cuenta de una construcción que podría tener un interés arqueológico, y que tenía apariencia de ser hecha por humanos. 

La expedición comenzó, y cuando corrieron una especie de sedimentos marinos que había en esa zona, pudieron hacer el hallazgo. El análisis de radiocarbono de la madera encontrada en este sitio reveló que el asentamiento existió alrededor de 4.900 A.C, según un comunicado de la Universidad de Zadar. 

Entre las conclusiones, también se identificaron restos de losas de piedra que fueron cuidadosamente colocadas formando este camino. Al otro extremo de la vía, donde está ubicada la isla de Korčula hallaron otro asentamiento. 

Los investigadores estiman que este camino pertenecía a una cultura marítima llamada Hvar, que tenía unidos sus asentamientos con carreteras que poco se han descubierto debajo del agua.