Regresan a su hogar tres creaciones desaparecidas en los años 70. Una fue repintada por su propio creador, otra original restaurada minuciosamente y otra recreada por el discípulo del artista con los bocetos de su maestro.

En 1972, más de 30 obras llegaron al edificio de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Murales, tapices y esculturas fueron algunas de las exhibiciones que armaron un espacio cultural exclusivo y novedoso para la época. Sin embargo, a fines de 1973 una gran cantidad de obras desaparecieron, desconociendo su paradero hasta el día de hoy.

Cincuenta y dos años después, en el marco de un aniversario más de la UNCTAD, el Centro Gabriela Mistral (GAM) se encargó de rescatar obras patrimoniales con el fin de conectarlas nuevamente con su público. En esta ocasión serán tres las creaciones partícipes de la exhibición con emocionantes historias sobre su restauración.

Entre los artistas que vuelven al centro cultural está el pintor Mario Toral, quién a sus 90 años realizó nuevamente la obra perdida, que consta de cinco placas de madera de 1,50 m de diámetro pintadas con óleo opaco que refleja una serie de rostros idénticos entre sí que parecen seguir al visitante con la mirada.

Sin embargo, esta vez cambió el nombre y un gran detalle. “Más mejor cerrar los ojos” es el nuevo nombre que recibió su creación junto con un cambio en la mirada en los rostros de la pintura debido a una elección de forma pero también de sentido, haciendo referencia a que es más brutal. 

En el caso de Mario Carreño (1913-1999), su discípulo Juan Campos fue el encargado de recrear la obra “Manifiesto fraterno”, una pintura de óleo sobre tela. Al contar con los bocetos originales del artista, fue posible realizar una creación muy similar a la original.

La última obra que volvió a sus orígenes fue una restauración de una creación realizada por el pintor Héctor Herrera (1926.2007) con tintes originales encontrados en el taller del artista. Gracias al financiamiento del Departamento de Obras de Arte de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y Marta Ribera junto con la empresa Occitania Patrimonio, se logró una restauración que revive la obra original.

Las tres obras pueden ser visitadas por el público de lunes a domingo, de 9 a 22 horas y se ubican en el Hall del edificio A y en el piso -1 del edificio B.