¿Qué tienen en común un pavo y una cabra para relacionarse entre ellos? Al parecer nada, y decimos "al parecer", porque esta particular historia nos enseña que entre dos especies muy distintas puede nacer una lida amistad.

Cada día los animales nos sorprenden con sus actitudes. Y es que las relaciones que tienen entre ellos también nos dejan con los ojos abiertos. Es lo que pasó entre un pavo y una cabra rescatada en un santuario natural en Granville, Nueva York, Estados Unidos. 

Es la historia de Blanca, que fue rescatada, junto a su hermana Betty, de una granja abandonada cuando tenía 14 años. Aunque juntas llegaron a este refugio, Betty lamentablemente falleció al poco tiempo por causas naturales. 

Según sus cuidadores, la pérdida de Betty fue un suceso que golpeó emocionalmente a Blanca. "Parecía deprimida y nunca se llevó bien con ninguna de nuestras otras cabras y ovejas", explicó Tiffany Paltauf, fundadora del santuario Sleepy Pig Farm. 

Pero Blanca hizo buenas migas con otro animal, y pudo encontrar ese cariño que solo Betty le entregaba, pero para sorpresa de los cuidadores, se hizo inseparable de un pavo llamado Lennie. 

Y sucedió algo muy curioso, porque mientras Blanca no quería compartir con otras cabras, Lennie, tampoco quería hacerlo con otros pavos. Como si el desino los uniera para compartir una vida juntos. Ambos se transformaron en mejores amigos y comenzaron a hacer actividades juntos. 

Cuando habían días soleados, ambos se acurrucaban para tener una siesta juntos. Cuando era la hora de comer, no tenían problemas en compartir su alimento. Incluso, en el frío, ambos se daban calor uno al otro para pasar ese tiempo. 

La explicación es que el pavo resultó ser un apoyo emocional para Blanca. “Nunca pensé que Blanca desarrollaría una fuerte amistad con ningún otro residente, hasta que rescatamos al pavo Lennie. Ver el vínculo de Blanca y Lennie ha sido realmente muy especial. Es hermoso lo que florecen las amistades en el santuario“, sentenció la cuidadora.