Implante cerebral personalizado logra controlar el TOC de una mujer
Sí, un implante. Tal como lees este logró frenar el Trastorno Obsesivo Compulsivo de una mujer que además tenía epilepsia. Aquí te contamos detalles.
Amber Pearson ha luchado contra un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) grave desde su época en el colegio. Las obsesiones con la limpieza y los rituales compulsivos eran tan intensos que su vida cotidiana se vio profundamente afectada. Incluso después de buscar terapia y medicación, sus síntomas persistieron sin mejoría.
A los veinte años, Amber desarrolló epilepsia, lo que planteó una nueva perspectiva de tratamiento. Tras un grave episodio de pérdida de conocimiento debido a la epilepsia, los médicos consideraron un procedimiento poco común llamado Estimulación Cerebral Profunda (ECP).
Implante cerebral logró controlar el TOC de una mujer
Este tratamiento implica la implantación de un dispositivo que emite impulsos eléctricos dirigidos a regiones específicas del cerebro, con el propósito de restaurar los circuitos cerebrales anómalos, similar a un marcapasos para el corazón.
La ECP ha sido utilizada en el pasado para controlar temblores en pacientes con la enfermedad de Parkinson y se está investigando para el tratamiento de trastornos psiquiátricos y la restauración de la función de la parte superior del cuerpo en sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares. Su uso para el TOC está permitido en casos de último recurso por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.
En un estudio reciente publicado en la revista Neuron, el equipo médico que trató a Amber Pearson informó que lograron controlar tanto su epilepsia como su TOC utilizando un solo electrodo de ECP. Este dispositivo reacciona a patrones anormales detectados en el cerebro, proporcionando estimulación eléctrica únicamente cuando es necesario, marcando un avance significativo al ser la primera vez que se utiliza la ECP reactiva para el TOC y el tratamiento conjunto de dos trastornos.
El procedimiento de ECP ha demostrado ser una solución efectiva para Amber Pearson, quien lidiaba con un Trastorno Obsesivo-compulsivo (TOC) grave. Sus síntomas involucraban rituales compulsivos y obsesiones que afectaban significativamente su calidad de vida.
La ECP se dirigió a dos áreas del cerebro: la ínsula, relacionada con su epilepsia, y el estriado ventral, asociado a los impulsos compulsivos.
El dispositivo utilizado, fabricado por NeuroPace, con sede en California, no solo emite impulsos eléctricos, sino que también registra señales cerebrales y proporciona estimulación solo cuando se detectan patrones anormales en el cerebro.
En primer lugar, el equipo trató la epilepsia de Pearson y, posteriormente, se abocó a tratar su TOC. El TOC se activaba ante estímulos específicos, y se identificó un rasgo neuronal único en el estriado ventral que coincidía con estos episodios.
El dispositivo fue programado para emitir estimulación solo cuando detectaba esta actividad cerebral anormal, y solo durante breves intervalos. Esta técnica de ECP reactiva permitió reducir significativamente los síntomas del TOC de Pearson en los siguientes seis a ocho meses. Anteriormente, Pearson pasaba hasta ocho horas diarias realizando actos compulsivos, pero ahora esa cifra se ha reducido a unos 30 minutos.
Los beneficios han persistido durante dos años desde que se activó la estimulación. Pearson experimenta una mejora considerable en su calidad de vida, ya que sus rutinas obsesivas se han reducido significativamente, lo que le permite disfrutar de una relación más positiva con amigos y familiares.
"El TOC dominaba mi vida. Algunos días no quería salir de casa porque supondría enfrentarse a todas sus compulsiones. Ahora, no tengo que pensar en ello", cuenta Pearson gracias a este nuevo tratamiento.
Este innovador enfoque médico, que utiliza la ECP reactiva, ofrece esperanza a quienes padecen trastornos cerebrales similares.
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