De la calle al espacio, Laika fue la primera cosmonauta de la Unión Soviética. Tras 66 años de su partida, hoy sigue brillando en el cielo.

Era rusa y se llamaba Laika
Ella era una perra muy normal
Pasó de ser un corriente animal
A ser una estrella mundial.

Así comienza "Laika", una canción que el grupo musical Mecano escribió en honor a la primera perra astronauta del espacio. Una víctima de la ambición humana por ganar una carrera que no tuvo vencedores. Hoy se cumplen 66 años de esta misión definida por los mismos científicos que estuvieron a cargo del programa, como "innecesaria". 

En 1957, la Unión Soviética se preparaba para conmemorar el 40º aniversario de la Revolución Bolchevique. Aunque habían logrado poner en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik 1, el líder Nikita Kruschov buscaba un logro aún más espectacular. La idea de enviar a un astronauta al espacio se consideraba demasiado arriesgada en ese momento debido a la falta de sistemas confiables de soporte vital.

En su lugar, los soviéticos planearon enviar un ser vivo al espacio, y los perros habían tenido éxito en misiones suborbitales. La elección recayó en una perra mestiza llamada Laika, conocida por su carácter dócil y su capacidad para soportar condiciones extremas. Aunque el equipo sabía que no regresaría, no tenían opción sino obedecer las órdenes de Kruschov.

Laika, una estrella más en el cielo

Laika, que solo tenía dos años y había vivido en las frías calles de Moscú, fue llevada a casa del director del programa de entrenamiento antes del lanzamiento para disfrutar de algo de felicidad antes de su trágico destino. El 3 de noviembre de 1957, Laika fue lanzada al espacio a bordo del Sputnik 2 desde el cosmódromo de Baikonur, en la actual Kazajstán. 

La misión tenía como objetivo recopilar datos sobre las constantes vitales de Laika para estudiar la reacción de un organismo vivo en el espacio. Sin embargo, la cápsula comenzó a experimentar problemas de temperatura en la cuarta órbita, y Laika murió a causa de hipertermia. Oficialmente, se afirmaba que el Sputnik tenía equipos para eutanasiarla cuando el oxígeno se agotara, pero los científicos revelaron la verdad después de la caída de la Unión Soviética.

El Sputnik 2 siguió en órbita durante más de cinco meses hasta el 14 de abril del año siguiente, cuando se desintegró al precipitarse a la atmósfera terrestre. Los datos que envió, proporcionaron información invaluable sobre la respuesta de los organismos vivos en el espacio, demostrando ser más positiva de lo esperado.

Oleg Gazenko, uno de los científicos del programa espacial soviético, lamenta el hecho de enviar a Laika al espacio: "Cuanto más tiempo pasa, más lamento lo sucedido. No deberíamos haberlo hecho... lo que aprendimos de esa misión no fue suficiente como para justificar la muerte de la perra". 

Fue así, como Laika, la primera cosmonauta del espacio tuvo ese gran honor, a costa de su vida.

Para más datos, panoramas e historias, ingresa aquí.