Hielo marino de la Antártida preocupa con alarmante nivel por tercer año consecutivo
Durante tres años seguidos, el hielo marino de la Antártica ha alcanzado un nivel sin precedentes desde que se comenzaron a medir mediante satélites en 1979. Fenómeno que según los expertos indica un cambio significativo en el comportamiento del hielo en la región.
El hielo marino en la Antártida desempeña un papel vital en los ecosistemas, desde la generación de fitoplancton que absorbe carbono atmosférico, hasta servir como hábitat de reproducción para los pingüinos. Por lo tanto, su disminución podría acarrear consecuencias graves para diversas especies y procesos naturales.
En la actualidad, el hielo marino en la Antártida ha alcanzado un nivel preocupante por tercer año seguido. El 20 de febrero de 2024, su extensión mínima llegó a 1,99 millones de km², marcando un hito que no se había registrado desde el inicio de las mediciones por satélite en 1979.
El Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) de Estados Unidos ha obtenido estas mediciones. Verificando que en los últimos tres años se han registrado las cifras más bajas en términos de la cantidad de helada flotando en el continente antártico.
Basándose en esta información, los científicos concluyen que otro año de cobertura de hielo marino excepcionalmente baja constituye evidencia adicional de un cambio de régimen. Sugieren que el hielo marino alrededor de la Antártida ha experimentado una transición crítica y abrupta.
¿Qué ha ocurrido con el hielo marino?
Usualmente, los números de la Antártida alcanza su menor extensión durante el verano, especialmente en febrero de cada año.
En 2024, la extensión promedio del hielo marino durante cinco días disminuyó a 1,99 millones de km² el 18 de febrero y a 1,98 millones de km² el 21 de febrero. Esto representa una reducción en comparación con el récord mínimo establecido en febrero de 2023, que fue de 1,78 millones de km².
A pesar de esto, es importante destacar que en la Antártida alcanza su máxima extensión cada septiembre. En 2023, la extensión máxima fue la más baja jamás registrada, superando el récord anterior por aproximadamente 1 millón de km².
Sin embargo, en diciembre, hubo una leve recuperación en la cobertura de hielo marino debido al avance de la nueva congelación. Lamentablemente, esta recuperación fue seguida por otra disminución hasta los niveles actuales.
Los expertos continúan investigando las causas detrás de la reducción del hielo marino en la Antártida. Sin embargo, existe una creciente preocupación de que el calentamiento global pueda estar desempeñando un papel crucial en este fenómeno. Se teme que el calentamiento adicional del Océano Austral que rodea el continente pueda agravar aún más esta situación.
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