La demencia es una enfermedad con la que la humanidad lleva miles de años luchando, pero según un nuevo estudio, hay un ingrediente que podría prevenirla y de seguro lo tienes en tu casa.

Un hallazgo científico podría transformar la forma en que abordamos la demencia. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard encontró que el aceite de oliva, un ingrediente habitual en cocinas de todo el mundo, podría tener propiedades para proteger nuestro cerebro de esta enfermedad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas en todo el mundo sufren de demencia, causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro. El Alzheimer es la forma más prevalente de demencia, representando entre el 60% y el 70% de los casos.

El nuevo estudio sobre este ingrediente

El estudio, publicado en JAMA Network Open, reveló el importante impacto que tiene el consumo regular de aceite de oliva en la reducción del riesgo de desarrollar demencia. Según Futuro360, participantes inicialmente libres de enfermedades cardíacas y cáncer fueron seguidos durante años, con un total de 4.751 de ellos falleciendo por causas relacionadas con la demencia.

Los investigadores encontraron que las personas que consumen más de 7 gramos de aceite de oliva al día reducen en un 28% las probabilidades de morir por enfermedades relacionadas.

Este estudio resalta no solo los beneficios directos del aceite de oliva para la salud cerebral, sino también sus propiedades neuroprotectoras y antiinflamatorias. Además, señalan que los ácidos grasos monoinsaturados, junto con antioxidantes clave como la vitamina E y los polifenoles, son los responsables de este efecto protector.

Además de sus beneficios para la salud cerebral, el aceite de oliva es reconocido por su papel en la promoción de la salud cardiovascular. Esto lo convierte en un elemento esencial de la dieta mediterránea, famosa por su capacidad para mejorar la longevidad y la calidad de vida en general.

Una luz de esperanza

Sin embargo, los científicos advierten que, aunque prometedores, estos hallazgos aún necesitan ser validados por estudios más amplios y diversos. El grupo de estudio original estaba compuesto principalmente por personas de un grupo demográfico específico, y los resultados no establecen necesariamente una relación de causalidad directa entre el consumo de aceite de oliva y la disminución de la demencia.

Sin embargo, estas conclusiones abren nuevas puertas para futuras investigaciones sobre cómo los componentes naturales de nuestra dieta pueden ser armas contra enfermedades neurodegenerativas.