Con un origen muy lejano a nuestro país, la sopaipilla es uno de los alimentos más característicos de los chilenos y chilenas. Quédate aquí porque te compartimos una receta para sorprender a tu familia.

Con pebre, mostaza, pasadas o el aderezo que tu quieras. Las sopaipillas alegran el alma en cualquier formato. Este alimento tiene una gran relevancia en nuestras vidas. Y sí, hoy es el Día Nacional de la Sopaipilla. 

Definida como una preparación típica chilena, es común encontrar carritos que elaboran el alimento en las calles, o locales que en sus vitrinas tienen estos pedazos de masa que calman el hambre al paso. 

Pero solemos creer que esta es una preparación propia nuestra. Pero el verdadero origen de esta comida es árabe. Viene de la palabra "sopaipa" que relacionamos a una forma coloquial de nombrarla. El significado es "pan mojado en aceite". 

El aporte chileno a este delicioso alimento fue añadirle chancaca, un producto típico de nuestra repostería que lleva más de 85 años en las mesas. Un agregado de canela, y cáscara de naranja le da un sabor inolvidable. 

Sin embargo, en nuestro país se vende de distintas maneras. Muy popular se ha hecho la sopaipilla con palta, algo que ha tomado mucha fuerza entre estudiantes. 

En 13C amamos las sopaipillas, así que te compartimos una receta maravillosa para preparar este alimento en casa: 

Ingredientes: 

- 2 Tazas de harina sin polvos de hornear y un poco más para amasar | 250 gr de harina sin polvos de hornear y un poco más para amasar.

- 1 Taza de pure de zapallo o calabaza | 250 ml de pure de zapallo o calabaza.

- 2 Cucharadas de manteca, margarina o mantequilla derretida | 30 ml de manteca, margarina o mantequilla derretida.

- 1/2 Cucharadita de sal | 3 gr de sal.

- 1/2 Cucharadita de polvos de hornear | 3 gr de polvos de hornear.

Para freír: Medio litro de aceite.

Preparación

En una olla ponemos el zapallo a hervir, con ¾ de agua. Para comprobar que esté listo se puede pinchar con un tenedor: si está blando ya está en su punto para moler.

El zapallo deberá convertirse en puré. Esto se puede hacer con un tenedor o con procesadora. Debe quedar muy molido.

En una tabla o en la mesa debemos poner nuestra harina (y reservar un poco más para poder amasar). A la harisa se le agrega los polvos de hornear y la sal.

Con las manos se debe mezclar bien para incorporar todos los ingredientes secos. Luego se hace un pequeño agujero en el centro y ahí se incorpora el puré de zapallo. 

Luego se debe ir incorporando el puré con la harina mezclando todo muy bien. Se agrega la mantequilla o margarina y luego hay que comenzar a amasar hasta formar una masa blanca.

Teniendo la masa estirada (te puedes ayudar con un uslero) podemos comenzar a cortar las sopaipillas. Esto se puede hacer con un cuchillo, una taza o un cortador profesional.

Luego de sacar las formas de  las sopaipillas les hacemos orificios con el cuchillo, para que se puedan sumergir en el aceite. También se puede echar un poco de harina para que no se peguen.  

El momento para freír

- Hay que calentar el medio litro de aceite en una olla.

- Para ver bien la temperatura se puede echar una pequeña bolita de masa: si sube rápidamente significa que está listo. Nunca hay que dejar que se sobrecaliente el aceite o eche humo, esto indicará que ya se echó a perder y no servirá para freír. 

- Dejamos caer en el aceite la primera sopaipilla.

- Luego esperamos a que suba y que la masa se endurezca un poco. En ese momento podemos echar más sopaipillas (dependiendo del tamaño de la olla).

- Nos ayudamos del cuchillo para organizarlas en la olla y que no se peguen.

- Cuando estén todas duras las tomamos por el orificio con un cuchillo y dejamos que escurran el aceite restante en la misma olla.

- Luego para finalizar, dejamos reposar las sopaipillas en un bowl con toalla de papel, para que absorba los residuos de aceite.  

Y si lo que quieres es que te las preparen, te compartimos algunos datos para comer esta comida que tanto alegra nuestras vidas.