Cómo nace y cuál es la historia del símbolo de la paz en el mundo
La importancia que se le atribuye a la palabra paz, al parecer, es cíclica. Así se ha demostrado en la historia de la humanidad, donde las guerras muchas veces han roto las dinámicas, dándole paso a la desesperanza y destrucción de naciones.
No obstante, siempre habrán personas que se encargarán de entregarle fe a la humanidad a través de pequeños gestos, cuyo impacto y repercusión pueden ser más fuertes que cualquier bomba.
Gerald Holtom es uno de ellos. El artista diseñó en febrero de 1958 el signo de la paz, en el contexto de las manifestaciones británicas para exigir el desarme nuclear. El símbolo fue utilizado en una marcha que se llevó a cabo desde Trafalgar Square, Londres, hasta el Establecimiento de Investigación de Armas Atómicas de Aldermaston, en Berkshire, el 4 de abril.
De acuerdo a lo mencionado por Holtom, este diseño original que hoy día se encuentra en el Museo de la Paz de Bradford (Inglaterra), fue inspirado en la obra “Tres de mayo de 1808” de Francisco Goya. Si bien el campesino protagonista de la pintura aparece con las manos arriba, Holtom prefirió que el símbolo fuese al revés, ya que le parecía más esperanzador.
El ícono que tiene la superposición de la N y D, y que se interpreta como “desarme nuclear”, se ganó rápidamente un espacio en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, donde tiempo después fue introducido por el pacifista Bayard Rustin, amigo de Luther King jr, y utilizado por miles de opositores a la Guerra de Vietnam en los años 60.
Luego de masificarse con los hippies en la década de las flores, millones de personas hicieron propio y se sintieron identificados con la creación de Holtom, que le dice no a los conflictos bélicos y que hace un llamado profundo a conservar la paz en el mundo.