El eclipse solar total del que hemos sido testigos es un evento que muchos disfrutan, pero hay que considerar que afecta de distinta manera a los animales.

El eclipse solar total de este mes ha sido un evento astronómico que se ha robado todas las miradas, pero para muchos surge la interrogante de qué sucede con nuestros queridos animalitos cuando ocurren estos fenómenos.

Por lo general, la transición entre el día y la noche es gradual: el Sol desciende en el horizonte y la cantidad de luz disminuye paulatinamente a medida que se oculta. Sin embargo, en un eclipse solar total, este cambio es extremadamente rápido. 

Esta repentina alteración interfiere con los ritmos circadianos de los animales y perturba sus relojes biológicos, lo que puede causarles confusión y desorientación. Debido a esto, los animales pueden experimentar miedo y desorientación durante los eclipses solares. 

Este peculiar comportamiento ha captado el interés de los biólogos. Sin embargo, estudiar las reacciones de los animales durante los eclipses no es tarea fácil por varias razones. Estos eventos no son frecuentes y, cuando ocurren, son de corta duración, lo que dificulta la recopilación de datos por parte de los científicos. 

Además, los eclipses no son fenómenos globales; ocurren en áreas específicas, lo que limita el estudio de la fauna circunscrita a esas regiones. Además, no se repiten en los mismos lugares hasta aproximadamente 400 años después.

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Hasta el momento, las observaciones de los efectos de los eclipses en los animales han sido variadas. Algunos animales parecen adaptarse al evento, comportándose como si fuera el inicio de la noche, mientras que otros siguen con sus actividades normales. Por otro lado, algunos muestran signos de inquietud o miedo ante la repentina transformación del entorno.

Durante el eclipse solar que tuvo lugar el 21 de agosto de 2017 en Estados Unidos, científicos en un zoológico de Carolina del Sur observaron estos patrones en diversas especies. 

Los pájaros nocturnos parecían confundidos, y algunas especies, como las boca de rana leonadas, dejaban de camuflarse en los árboles para buscar alimento, pero tan pronto como volvía la luz del sol, regresaban a sus posiciones habituales. En contraste, los osos grizzly que habitaban en el recinto simplemente descansaron hasta que finalizó el eclipse. 

Sin embargo, las reacciones más sorprendentes vinieron de las tortugas gigantes de Galápagos, que comenzaron a aparearse en el momento de la totalidad del eclipse, un comportamiento que normalmente no se observa, ya que estas tortugas son generalmente más sedentarias.

Sin duda, las conductas de ansiedad observadas en algunos animales durante los eclipses han preocupado a los biólogos. Por ejemplo, durante un eclipse en 2001, se observó que las jirafas comenzaron a correr cuando la luz del Sol disminuyó, interpretando que era de noche y que debían escapar de los depredadores.

Sin embargo, cuando la luz solar regresó a su brillo normal, las jirafas retomaron sus comportamientos habituales. Este tipo de reacciones resaltan la sensibilidad de los animales ante los cambios repentinos en su entorno y subrayan la importancia de comprender cómo los eclipses pueden afectar su comportamiento y bienestar.

Con respecto a los animales domésticos, algunos expertos sostienen que su reacción durante un eclipse solar puede estar más influenciada por los estados de ánimo de sus dueños que por el evento en sí. Sin embargo, el cambio repentino en el entorno también puede generar confusión en ellos. 

Por esta razón, los veterinarios recomiendan mantener a las mascotas en el interior de los hogares durante un eclipse, para que se sientan cómodas y se les evite el momento de desconcierto. De esta manera, se les proporciona un ambiente seguro y familiar que les ayudará a enfrentar el evento de manera más tranquila.