Pamela Díaz confesó su engaño a Fabio: "Fue mi mejor jugada"
La Fiera Pamela Díaz ha dado una nueva clase de cómo se manejan las cosas dentro de un reality show. La diva televisiva es una experta en maquinear las cosas para lograr sus objetivos, y esta tarde destruyó a quien era su pareja, Fabio Agostini.
Pamela Díaz llevaba días anunciando que Fabio Agostini no estaba cumpliendo a la altura de lo que se necesitaba para que fuera su pareja. La Fiera anoche hizo caer al Musculoso Canario en una trampa de la cual no había cómo salvarse.
La trampa de Pamela Díaz a Fabio Agostini
El engaño ya es conocido. Pamela se confabuló con Nicole Block para poner en jaque a Fabio Agostini. La Fiera le reveló a la actriz el pacto que tenía con el español y luego envió a la rubia a conseguir un beso de la suerte del físicoculturista. La joven influencer no tuvo problemas en participar y al momento de despedirse del encierro dejó caer al fortachón.
“Ojo allá, nada de lo que te dicen es cierto. Que Fabio le dé las explicaciones correspondientes cuando sea el momento”, dijo Nicole ante todo el elenco que miraba desde las gradas. Pamela sonreía desde su asiento mirando cómo el español intentaba comprender el mensaje: “No he hecho nada malo, al contrario, la he apoyado siempre”.
Pamela Díaz confirmó la trampa al confirmar las palabras de Nicole. “Sí, entiendo, la Nicole ya me contó”, sin dar más detalles.
Fabio quedó malherido
Después de haber conseguido comprender lo sucedido con Nicole y haber conseguido una tierna despedida, Fabio volvió dolido a la casa. Sabía que lo habían dejado mal parado y estaba desorientado por la pérdida de la actriz.
Fabio acudió al que creyó que es su último amigo en el encierro: Junior Playboy. “Ella no tiene malicia, es una buena niña. Encima se puso a llorar ahí y me mató”, se lamentó Agostini, y le dijo a al Thor chileno que es el único en la casa en quien confía. “Llora, llora, que hace bien, limpia el alma”, le señaló Junior.
De este modo el Musculoso Canario durmió sobre colchonetas en el exterior de la casa. Pamela Díaz, entonces, conversó con su amigo Arturo Longton y explicó que todo fue un truco: “Está bien, que le toque. A un metro lo quiero. Aparte que fue mi mejor jugada para saber que era asopado”.
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