Chama y Fabio planean eliminar a recién llegado: "Hay que nominarlo por sapo"
Luego de la intensa discusión entre Max Cabezón y Junior Playboy, los comentarios no tardaron en llegar y la fugaz amistad entre Fabio y el chef parece haber terminado. Ahora, la estadía de Max Cabezón en Tierra Brava está en disputa.
La estadía de Max Cabezón en la casa-hacienda de Tierra Brava no ha sido fácil. Por un lado, Junior Playboy lo ha desafiado verbalmente en diversas ocasiones, como cuando le puso el pie cerca del rostro, entre otras cosas.
Pero no solo el Playboy lo ha molestado, sino que también han hecho comentarios sobre él a sus espaldas. Fabio Agostini y Luis Mateucci también chismean del chef, ya sea sobre su apariencia, su mirada o lo que dice.
Esta vez, quedó la grande en la casa-hacienda entre Max y Junior, y hay quienes apoyan a Max mientras otros que planean eliminarlo.
Chama y Fabio quieren eliminar a Max de Tierra Brava
No es sorpresa que Chama y Fabio planeen eliminar a Max, pues ambos han formado una gran amistad con Junior Playboy. Pero, al parecer la pelea entre el chef y el Thor chileno molestó más de la cuenta a los participantes.
En una conversación privada en el patio de la casa-hacienda, Chama y Fabio Agostini comentaron la situación y expresaron sus intenciones de eliminar a Max.
“Vamos a ver cuánto dura. A este payaso hay que eliminarlo”, dijo Fabio.
“Hay que amenazarlo, nominarlo por sapo, por pelearse con todos”, complementó la Chama.
“Que se vaya este fantasma que no hace nada en la casa”, finalizó el musculoso canario.
Dani Castro y Uriel apoyan a Max
Así como existen enemigos, existen aliados. Dani y Uriel han logrado conectar con Max Cabezón. Dani, quien conoce al chef desde fuera del encierro por participar en MasterChef y Uriel Romero, que tuvo una emotiva conversación con Max luego de la actividad de las cajas con fotografías.
Luego de la pelea, Max se encontraba solo en el pato haciendo pesas y la pareja fue a acompañarlo.
“Me da pena que esté solo”, dijeron Uriel y Dani Castro mientras caminaban hacia Max. Cuando llegaron, le preguntaron cómo estaba.
“Ahora estoy tranqui”, respondió Max Cabezón.
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