Capítulo 16/ El contrato de Rubí
Cristina va en busca de la familia de La Fuente para mostrarles sus pruebas en contra del "Chuspa", un conocido delincuente de su barrio y de quien sospecha con importantes fotografías de respaldo que sería el verdadero culpable del asalto que sufrió la familia hace ya algún tiempo. Sólo con una orden de allanamiento a este delincuente por parte de Arturo y Rosa de la Fuente, Cayetano podría ser exculpado de las acusaciones en su contra.
Sin embargo, y con la esperanza de que Cayetano volviera a la vida de Cristina y su pequeña sobrina, Rubí se interpuso y realizó una jugada que convirtió a su hermana en su peor enemiga, pues pagó a un sicario para deshacerse de su cuñado y de esta manera, impedir que el chofer regresara al lado de Cristina.
Esta noticia destruyó a la familia y Cristina quedó realmente afectada, tanto así, como su pequeña hija, quien al saber que Cayetano había muerto rompió en llanto, tal como su ilusión por que él volviera y junto a su madre formar una hermosa familia.
Rubí cayó en la trampa del empresario Japonés
Mientras tanto, el príncipe Eduardo interpela a Rubí por los audios que filtró Maribel para vengarse de ella. Sin embargo, su conversación se vio interrumpida por el inspector Espinoza, quien se presentó ante el monarca con una orden, la cual obliga a Rubí a ser interrogada por la policía luego del suicidio de su ex marido Héctor.
Pero esto no es todo. Mientras estaba de compras, Rubí, recibió una llamada de un "periodista" interesado en realizar un reportaje. Éste la citó de manera extraordinaria durante le mismo día, ofreciendole una gran portada y todas las luces por las que una mujer hambrienta de poder y fama como Rubí deslumbra.
Al llegar al lugar, nuestra protagonista se da cuenta de que no era más que una trampa elaborada por el empresario japonés con el que firmó el contrato para la fragancia. Recordemos que durante el evento del episodio anterior, él le exigió que cumpliera con el trato que acordaron y ella se rehusó a aceptar el acuerdo.
Ahora, este magnate japonés utilizó su poder para hacerla cumplir con el contrato a la fuerza. En ese preciso instante, Boris, el chofer y guardaespaldas de Lucas, quien entró a su rescate con una escopeta en mano. Le quitó las armas a los secuaces del empresario y se llevó a Rubí a terreno seguro.
Ya en casa, Boris le explicó que Lucas y el empresario japonés hablaron mal sobre ella, dejando entrever que los dos fueron quienes elaboraron semejante plan. Ahí, Rubí le ofrece a Boris trabajar para ella como chófer y guardaespaldas, y los dos le contaron al príncipe Eduardo lo que había ocurrido.
Finalmente, el príncipe de la realeza española decide adelantar su viaje a España y le ofrece a Rubí irse con él, alejándose de México y de todo lo que en este momento podría hacerle daño. Sin duda, una propuesta que Rubí jamás recharía.
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