Chris Carpentier se desahogó con Angelica Castro: “Ojalá este encierro nos ablande un poco"

En conversación la modelo y animadora conversó con nuestro jurado del programa e hizo interesantes reflexiones de vida en el Instagram Live de la Revista Velvet. 

Angélica Castro: “¿Qué es lo peor que te han dicho o lo que más que te ha afectado? No sé si afectado, pero que tu digas ‘ya…’”

Carpentier: “Yo siempre digo que no te afecta. Pero al final, cuando te dicen algo y lo leen tus hijos, igual te afecta, porque chorrea para todo el mundo que te quiere.

“Hace un tiempo atrás, me hicieron una entrevista muy malintencionada. Y yo, muy pelotudo. Año en esta cuestión y no darme cuenta. Me hizo una entrevista El Mercurio, la Revista Sábado, y era como un perfil. Estaba una semana contigo el periodista, siguiéndote, conversándote y todo. Y yo, igual como te converso ahora, extremadamente y brutalmente honesto, le iba contando todo.

“Y no me di cuenta que la entrevista estaba guiada para hacerme pelota, hacerme bolsa, y sacó de contexto, mintió literalmente. De hecho, me acompañó esa vez de Santiago al Monticello. En mi auto lo fui a buscar a El Mercurio. Lo llevé para allá. Vino para mi casa. Estuvo acá en mi departamento”

Castro: “O sea, le abriste todas las puertas, tu corazón”

Carpentier: “Todas las puertas, sí… Y puso cuñas como ‘Chris Carpentier no puede vivir con menos de 3 millones de pesos’ o ‘¿quién vive con 3 millones de pesos?’. Y completamente fuera de contexto de lo que yo había dicho. Me trató pésimo. O sea, mintió y me trató pésimo.

“Y eso es de las pocas cosas que me afectó mucho porque, de verdad, porque cuando dicen algo como ‘Carpentier, puta, es súper pesado en la televisión, en MasterChef’, sí, puede ser verdad, y te lo tení que bancar y de repente el acting o el proceso es así. Pero ya cuando mienten deliberadamente y dicen ‘la Angélica y Cristián se tuvieron que venir porque estafaron a todo Miami y están escondidos en Vichuquén’, y eso le llega a tu familia, tú decí ‘mierda, ¿qué onda?’. Aparte, es algo gratuito. Personas que han estado siempre afuera de un contexto polémico, fuera de la farándula, todo, y que de repente te meten en ese cuento, te diría que eso sí me afectó.

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“Y aparte tenía ese entorno acá, que la noticia era esa, y en Colombia puras noticias positivas. Entonces, venir para acá, dar una entrevista, una portada para la Revista Sábado, un medio que uno creía súper importante, y terminar tergiversando todo gratuitamente, ¿para qué? Mejor me quedo allá, me llevo a todos los míos para allá, que te quieren, que te apapachan, que te cuidan, que te miman, que te regalonean, usa la palabra que quieran, que es otra de las cosas divertidas…”.

Luego vuelven a abordar el tema.

Castro: “Yo creo que el chileno también es cariñoso. Pero tenemos que bajarle el volumen al máximo a lo negativo y subírselo a lo positivo. Es un ejercicio que hay que hacérselo todos los días, sobre todo con carreras tan largas, porque a veces tienes 100 comentarios, y hay uno, o dos, muy mala onda y que te calan profundo, o estás más sensible, y eso hace que uno se quede ahí. Entonces, digo: ‘ejercicio máximo el bajarle el volumen’. Estoy todo el día como DJ, le bajo, le subo…”

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Carpentier: “Mira, ahí. Hay uno (comentario) que dice: ‘qué raro que tu mamá salió a defenderte’, algo así, y otro más decía eso. O sea, yo estoy alejado hace un tiempo, lamentablemente, de mi mamá por temas familiares. Pero cualquier mamá defiende a sus hijos, indistintamente a que mi mamá se puso un poco agresiva, la mamá, la familia, los hermanos, uno no la elige. Ella tendrá su manera de reaccionar frente a esto…

“Mira, otro (comentario): ‘Apático’. Eso es otra cosa que no entiendo. La gente que se suma a los lives, o la gente que se suma a los programas de televisión, que lo veo también en Twitter, que es completamente optativo. El que quiere estar en este live, o en el canal que quiera, con el fin de decirle al otro que es penca, que es apático, que es pesado, bueno, sin contar los garabatos, ¿no tendrán nada más que hacer? Qué pasará en las cabezas de la gente que se mete a los live, o a las redes, o a los programas de tele, o a lo que sea, para hablar mal del otro. Gran deporte nacional: hablar mal del otro. El Colombia me decían eso, de hablar mal del otro, les llamaba la atención

“A mí me llama mucho eso la atención. Nosotros estamos en una conversación completamente abierta, relajada, tranquila, sin ningún tipo de pretensiones. Tú estás ahí, con tu chaleco, comiéndote tus frutas, tomando el mate y en una situación completamente honesta. Y me preocupa eso. ¿Qué nos pasará? Y vuelvo de nuevo a nuestro país.

“Lo veía en MasterChef y lo veo mucho ahí, en el Twitter. Mucho de ‘qué bueno que se fue éste’, ‘qué bueno que se vaya éste’, en vez de decir ‘me gusta éste’ o ‘apoyo a este otro’ o ‘qué bien cocina’. Hay un porcentaje importante de gente esperando que le vaya mal al otro. ‘ojalá se equivoque Juanito para que se vaya hoy día’, ‘no aguanto a este otro, no aguanto a esta otra’, ‘qué insoportable’, ‘que se vaya para la casa’, ‘¿para qué la llamaron?’, ‘de adónde son celebridades’, ‘no los conoce nadie’. Y digo ‘guau, ¿qué nos ha pasado?, ¿qué nos ocurre?’. Y es una reflexión para todos.

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“Y también trato de reflexionar. ‘¿Tendrá razón esta persona? ¿Seré así?’. Por eso, para mí, las críticas son súper importante tomarlas, vengan de donde vengan. Pero cuando leo ‘apático’, mi análisis de la conversación entre los dos, tuya y mía, ha sido completamente lo contrario. Ojalá poder tener una instancia de ser más empáticos”.

Chris Carpentier: “La vida es tan frágil. Es tan rápido. Se va todo a la mierda en un segundo. Ahora, recién, recién, cuando vi a Cristián (de la Fuente), me acordé de Rodrigo Rochet… Había estado con Rodrigo hace poco. Me lo había topado en la playa en el verano. Siempre me decía ‘ven, vámonos… Lo viernes estamos yéndonos en helicóptero a almorzar fuera de Santiago’. Y me acorde, como a Cristián le gusta el tema de los aviones, y te das cuenta.

“Era una persona súper dulce. Rochet era súper dulce, completamente cariñoso. Lo primero que veías en Rodrigo era una sonrisa. Porque al final uno siempre habla de los muertos bien, pero este gallo era una persona… Y en un segundo, con sus niñitas, con todo, te pasa esto y, para mala suerte, en un momento que pasa sin pena ni gloria, donde uno no lo puede ir a despedir y estai solo.

“Entonces, yo digo reparar en cuánta gente, en algún minuto, puede haberle dicho ‘este que se cree la muerte’, o que aquí o que allá, y mira cómo al final nos arrepentimos cuando es tarde, ‘no debía haber hecho esto otro’, no sé…”.

¡Nos vemos el domingo!

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