Transantiago: Un polémico debut que causó caos en la capital
En este capítulo de "Los 2000", recordamos la desastrosa implementación del Transantiago que provocó una aglomeración inédita en la capital.
En esta edición de “Los 2000, un zapping al pasado" nos centramos en los grandes cambios que vivió el país durante el año 2007. La implementación del Transantiago, la generación dorada de Marcelo Bielsa y una inolvidable versión del Festival Santiago a Mil son algunos de los temas que abordamos en este capítulo.
Una desastrosa implementación
Sin duda uno de los hechos más importantes de ese año fue el ocurrido el 10 de febrero, cuando Santiago amaneció con la implementación de su nuevo sistema de transporte público, el Transantiago, lo que terminó en un desastre sin precedentes.
“El cambio en el sistema de transporte era una demanda largamente deseada”, comentó al respecto el periodista y constituyente Patricio Fernández.
“El paso de las liebres y las micros amarillas y la gente colgando en las escaleras de los buses no se condecía con el desarrollo que el país se supone que al menos en lo material tenía”, agregó.
Sin embargo, todas las expectativas no se pudieron cumplir y la drástica implementación fue un desastre, con miles de personas sin poder movilizarse a sus trabajos o a sus casas, y una aglomeración nunca antes vista en las estaciones de Metro.
Según Ricardo Lagos, cuando esa mañana vio las calles sólo pudo pensar una cosa: “Que el ministro de interior tenía la razón: no había que ponerlo en marcha. Ya lo había postergado una vez la presidenta Bachelet, porque no estaban las cosas listas”.
“Recuerdo que Juan Carvajal, que era el jefe de comunicaciones de la presidenta, fue a ver al ministro Sergio Espejo, de transporte, y le preguntó cuán seguro estaba de que esto iba a funcionar”, recordó la periodista y constituyente Patricia Politzer.
Agregó que “el ministro Espejo se paró de su escritorio en el ministerio, lo llevó a la ventana y le dijo 'Mira', le mostró la Alameda, donde había tremendos tacos de las antiguas micros amarillas. 'Mira esto bien, porque esto se acaba la próxima semana'. Así de seguro estaba en ministro de transporte de que esto iba a funcionar”.
Pero no todos en el gabinete de la presidenta Bachelet estaban de acuerdo en ese optimismo. “Andrés Velasco (Ministro de Hacienda) y Sergio Espejo (Ministro de Transporte) decían 'Vamos', mientras Belisario Velasco (Ministro del Interior) decía 'Esto va a ser un escándalo, una catástrofe'”, relató el entonces ministro Francisco Vidal.
"Si de repente en Chile se desarrolla una política pública tan disruptiva y distinta a lo que hay, tiene que ser probada, tiene que irse de a poco. Pero esto fue de un día para otro: mañana empieza. Y quedó la escoba. Desde el primer día quedó claro que era una política pública diseñada en escritorios, pero totalmente ajena a la realidad", comentó por su parte Joaquín Lavín.