Ni se escondieron: Oriana y Rai se besaron e impactaron en Ganar o Servir
Oriana Marzoli y Rai Cerda por fin se besaron. Lo impactante fue cómo: los dos tortolitos se enfrascaron en una especie de duelo de lenguas en la mitad de una fiesta, a vista y paciencia de todos, incluyendo a Gala.
Un romance que venía cociéndose a fuego lento en Ganar o Servir por fin se concretó. Oriana Marzoli y Rai Cerda se besaron con ganas y dejaron a toda la casona con la boca abierta por la tenacidad con la que ambos se entregaron.
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La intensa sesión de besos entre Rai Cerda y Oriana Marzoli en Ganar o Servir
La fiesta Guachaca tenía a todos los participantes de Ganar o Servir entonados con vino y juegos. Ya habían hecho pícaras sesiones de piropos, y ahora era el turno del famoso "Si se la sabe, cante". Sin embargo, algunos de los muchachos tenían mejores ideas.
Mientras Faloon y Botota Fox demostraban sus dudosos dotes de cuequeros, Rai Cerda tomó a Oriana por el brazo y la apartó del resto. No mucho, más bien retrocedieron unos pasos como para ocultarse en la sombra del pasillo.
El parcito pensaba que estaban siendo discretos, pero rápidamente todos se dieron cuenta de lo que ocurría, ya que la bufanda con la que Oriana los protegía de la vista del resto no los hacía invisibles. Cayeron aplausos del resto
Oriana no tardó en ser interrogada por Luis Mateucci, sin embargo ella negó todo lo que se vio. Según las palabras de la venezolana radicada en España: "Yo sólo juego con este" mientras apuntaba que no eran besos reales.
Sin embargo, las cosas no podrían quedarse ahí tan tranquilas. Una vez concluida la fiesta, Oriana coqueteó directamente con Rai pidiéndole un peaje por dejarle el paso hacia la cocina de Ganar o Servir. El 'Toro' estuvo a la altura y contestó llevando a Marzoli afuera a una sesión de besuqueo intenso.
Gala estaba cerca y vio todo lo que estaba ocurriendo. Quizás por torpeza básica, o quizás por los nervios que le despertó la situación, pero Gala Caldirola rompió una copa. La española intentó explicar lo ocurrido, pero el daño ya estaba hecho.
Los dos nuevos tortolitos siguieron en lo suyo un buen tiempo, mientras el resto de la casona se iba a acostar. La delicadeza de no besarse frente al resto duró poco, ya que pronto pasearían ambos jugando por toda la casa, dejando en claro que lo de estos dos vendría en serio.
¿Qué podría salir mal? Las cosas parecían claras en Ganar o Servir para estos dos. Tendría que ocurrir una calamidad como para que no siguieran juntos. ¿Cierto?
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