Ignacio Guitérrez post capítulo: "No me gusta transitar por la desconfianza"
Este lunes en “De tú a tú”, Martín Cárcamo llegó hasta Constitución en la Región del Maule, para conversar con el periodista Ignacio Gutiérrez en el hogar de sus papás. Una casa que construyeron después del terremoto y tsunami del 2010. ¡Habló de corazón de toda su vida con el animador del programa y repasó los mejores momentos en el siguiente compacto!
Recordemos que en el capítulo, Martín le preguntó en dónde duerme él cuando va donde sus papás, pasando al tema de su pareja Rodrigo, con quien lleva más de 8 años. “Nos llevamos bien, nos reímos mucho”. Luego, en el jardín, Ignacio dijo que sus mascotas están ahí. Y, por otro lado, contó que a sus papás nunca los ha visto discutir.
Además revivió un par de momentos que en esta entrevista exclusiva quizo ahondar un poco más, como su salida de CHV y el matinal de TVN.
Para el periodista, este lugar es especial, es donde medita, pero no había podido ir en tres años, por tiempo y pandemia. “Alguien me dijo que era normal los 20 años con el ritmo de vida que tuve, y no era normal. Yo no venía, no veía mucho a mi familia, me levantaba a las 5 de la mañana y me acostaba a las 11 y media de la noche. Nadie me dijo ‘para’. Ahora me divierte que hay gente que como que uno se tiene que aferrar a un matinal porque si no qué vas a hacer en la vida. Y hoy, yo soy muy feliz. A ese equipo lo adoro, pero yo sentía que mi calidad de vida…sentía que me iba a estrellar con algo, que no sabía que era, y la verdad es que ya me estrellé una vez, no quiero andar estrellándome de nuevo”. Con esto se refiere a que a él siempre le ha gustado confiar y no he podido volver a hacerlo, luego del episodio de CHV.
“Pensé que se podía volver, retomar esa esencia de ese Nacho que estuvo en CHV. Estuve 15 años en el canal. Y después de eso yo sentía que había una revancha con animar un matinal como lo hice en TVN, pero nunca he podido volver a sentirme 100% confiando en un lugar. Son cosas que no he sanado, pero las voy a sanar. Estoy en terapia para eso. Y si no las sano, ya está. Es parte de ese estrellado que me pegué en la vida”.
Ha ido a terapia desde que pasó lo de CHV, hace 5 o 6 años. Ya le dieron de alta, pero él no quería porque le daba miedo. Le quitaron los medicamentos. “Estás de alta. Tienes las herramientas. Sal sin medicamentos. Sal al mundo”. Y agrega que “no tenía derecho a sentirme mal, no tenía derecho a tener angustia porque yo estaba viendo que la gente se estaba muriendo con la pandemia, que habían echado a mucha gente de mi equipo. En el matinal, en TVN, estábamos en un proceso tremendo y había que trabajar y trabajar. Yo sentía que lo que yo estaba pasando no me lo podía permitir porque había gente en el fango. Y fui a la psiquiatra y me dio un remedio. Y yo dije: ‘ así hay que vivir’, entonces ella me dijo: ‘bueno, entonces hay que cambiar tu estilo de vida. O es el remedio para siempre, o vas a volver a sentir toda la angustia y la presión’”. Cuenta que la conversación con los ejecutivos que estaban en ese momento en TVN fueron muy comprensivos con él “fueron muy amables conmigo. Me senté, les dije ‘miren, si yo sigo aquí me voy a estrellar. Busquemos la forma de que llegue gente a acompañarme. Busquemos, yo los ayudo. Busquemos a alguien que anime el programa, yo doy el paso al costado, pero ahora’. Yo fui a renunciar, pero yo tenía contrato vigente, me podrían haber dicho ‘ándate a la punta del cerro’”. Nacho había vuelto al matinal por dos meses y llevaba nueve. “Ellos lo entendieron súper bien”. Y afirma que está trabajando para volver más a su esencia.
Además abrió su corazón junto a su familia, y es que al encontrarse con los papás de Ignacio, Romilio y Gabriela, Martín le preguntó a Gabriela por las camas separadas. Ella dice que se dio, causando risas en todos. Además, Gabriela confirma que no cocina.
¿El irse tan pequeño solo a EE.UU. lo hizo ser más independiente?
A los 13 años, el periodista se fue a vivir y a estudiar a Estados Unidos por seis meses. Su papá le iba poniendo obstáculos que, si superaba, podía irse. Al volver de EE.UU., Ignacio quiso irse de nuevo. Tenía 15 años y esa vez, se fue por dos años. A la familia que lo acogió allá, él los considera sus padres. Pero a su papá gringo, oncólogo, le dio cáncer y quería despedirse de su vida acá en Chile. Ignacio los invitó a Constitución y a las dos semanas murió.
Nacho confiesa que a los 14 años perdió la virginidad con una chica cheerleader australiana, a quien tiene en redes sociales. “Me gustó porque era simpática. Era media amachotá puede que por eso me haya gustado. Era como grande”, y se ríe. “Enganchamos y estuvimos más de un año y medio juntos”.
Luego, a los 21 años se fue a Francia. “El único que lo pasaba mal en ese tiempo, era mi papá porque yo no trabajaba, estaba estudiando”.
Lo más complicado que le ha pasado en un viaje, fue cuando viajó a Venezuela a ver a unos amigos. Él quería ir al Amazonas y ahí le salieron ronchas, tuvo fiebre. “Yo solo, en una canoa, solo en un asentamiento indígena. Me comencé a sentir mal, apagué tele. Me llevaron al doctor y él le dice que tiene lechina. Dos semanas en ese asentamiento, me metía en un tarro como con avena y me daban copete". En Chile, es la peste cristal.
Su orientación sexual y la reacción de su papá
Martín le pregunta en qué momento se da cuenta de que le gustan los hombres. Nacho asegura que él no se dio cuenta. “Me hicieron ver. Fue súper raro. En Francia me hice muy amigo de un compañero. Estábamos todo el día juntos. Y yo encontraba que tenía que estar con él. Nunca se me pasó por la mente que era amor, ni atracción sexual. Ya tenía 23 años”. Dice que cuando no podían verse, le afectaba. “Una vez, deben haber pasado dos meses, él era gay, pero para mí no era tema. Un día sábado llegó a mi casa, íbamos a salir a comer. Se sienta y me dice ‘no podemos salir a comer porque tengo una cita’ Y yo me puse a llorar. No sabía lo que era. Me dio pena. Yo no cachaba que lo que se estaba dando era una relación gay. Y él después me dijo ‘es mentira, no voy a salir con nadie, me gustas tú pero no te das cuenta que eres gay y ahora te estás dando cuenta’. Y ahí me di cuenta que era gay y no fue un proceso de tanto cuestionamiento”. A la semana, conoció a los papás de su pareja. “Lo pasamos increíble hasta que me devolví a Chile” y dice que “se dio de manera natural. Fue como un pololeo adolescente”.
Desde ahí, Ignacio afirma que sabía que era gay. “No volví a enamorarme de una mujer. No tuve ningún tipo de acercamiento después de eso, con una mujer. Fue un cambio absoluto. Fue la persona correcta para haber tenido la primera relación. Cuando nos separamos, fue por distancia”.
“Volví a Chile y había iniciado una relación con alguien que, hoy día, lo veo como un gran hombre, porque esa relación terminó muy mal. Cuando uno termina mal uno se bloquea, y he sido capaz de reconciliarme con eso. Fueron 10 años de una muy buena relación y un final extremadamente tóxico. Vivíamos juntos, el departamento era de nosotros. Teníamos una vida feliz y armada. Se terminó porque me dediqué a trabajar y no me di cuenta de lo que estaba pasando alrededor mío. Me enteré que él tenía una relación con un amigo mío. Una relación paralela de muchos meses antes. Una persona que yo veía siempre en mi casa, en mi living. Y eso para mí fue…como que te tumba un rato”. Y continúa: “cuando terminamos esa relación no llegué al odio, pero sí me acerqué a la rabia. Todo lo que tuvimos juntos, lo boté. No había nada en mi vida que me conectara a él. Fueron varios años. La época más crítica, por supuesto que mi amiga Fran García-Huidobro, Jordi (Castell), todo el equipo, estaban muy cerca de mí. Yo tenía que seguir trabajando y yo no quería trabajar, quería llorar. Si no hubiese sido por (Felipe) Avello que nos sacaba carcajadas en ‘SQP’ y los viernes con Fran y Jordi, yo no hubiese podido. Por eso a ese equipo yo lo amo”.
Si hoy se encontrara con su ex, lo abrazaría. “Me encantaría encontrarme con él para darle un abrazo tremendo de energía, de que se lo traspase a su familia”. Su ex sigue en pareja con esa persona. “Estaban destinados a ser felices. Hoy soy capaz de verlo como lo converso contigo”.
Cuando se los contó a sus papás, él vivía con uno de sus hermanos. Sus padres fueron de visita y habló con ellos por separado. “Mi mamá me dijo que sabía. Mi hermano me dijo ‘cuenta conmigo’. Fue un acto de puro amor. Al otro día en la mañana, hablé solo con mi papá”. Nacho pensó que con su padre podía ser una conversación más larga. “Mi papá me dijo ‘¿puedes hacer algo para revertirlo?’. Lo miré y pensé que me estaba tomando el pelo, le dije: ‘no, papá, no puedo hacer nada’. Me dijo ‘Entonces, sé feliz. Es tu orientación, si quieres vivir en pareja, quieres ser feliz, avanza. Cuenta con nosotros’”.
Al hijo de Rodrigo, Tomás, lo conoce desde pequeño. Ahora tiene 21 años. Está estudiando en la universidad. “Lo encuentro más parecido a mí que a su padre” y se ríe. “Es relajado, es simpático, es bueno para salir a bailar”. Agrega que “suma mucho que la mamá de Tomás, la ex mujer de Rodrigo, es el descueve. Suma mucho que todos vivamos en armonía”.
Para el papá de Ignacio, Romilio, dice que enterarse de la homosexualidad de su hijo no fue tema. “Para mí nunca fue un problema. Quizás Ignacio pensó que iba a ser mucho más traumático. Las cosas se han mantenido con una naturalidad y una comprensión extrema. Hay gente que dice que hay que resignarse, hay que aceptar. No, hay que comprender la situación”.
Ignacio dice que le encantaría que todos tuvieran esa lucidez “para no generar ese dolor que le han generado a gente que le tengo mucho cariño. Amigos míos que sus papás se han levantado de la mesa y le han generado dolores eternos. Si mi papá hubiera reaccionado de una forma distinta a como lo hizo ese día, a mí me habría marcado para siempre. Ojalá haya más como él, dando vuelta”.
A Ignacio se le quiebra la voz al hablar de sus padres. “No me imagino la vida sin mis papás. No. Cuando lo escucho hablar claro que me emociono, porque quizás mi vida hubiera tomado un rumbo súper distinto si ellos no hubiesen actuado con amor”.
“De tú a tú”, de lunes a jueves, después de “Tele13 central”
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