Malucha Pinto sobre el diagnóstico de su segundo hijo: “Sentí que la vida se me fue”
En De Tú a Tú la reconocida actriz nacional, Malucha Pinto, recordó el nacimiento de su hijo menor, Tomás, y la lucha que ambos le han dado a la vida.
La actriz nacional, Malucha Pinto reveló detalles de la relación que tiene con su hijo menor de 31 años, Tomás Eyzaguirre, quien nació con parálisis cerebral.
En una profunda conversación con Martín Cárcamo, la dramaturga chilena comenzó revelando que antes de comenzar la relación con el papá de Tomás, Joaquín Eyzaguirre, hijo de Delfina Guzmán, estuvo cuatro años sola. Con él sí se casó, obteniendo su segundo matrimonio y su segundo hijo.
“Decidir tener un hijo fue una decisión profunda. Y lo planificamos”, reveló Malucha. De hecho, contó que hizo una temporada de “De Chincol a jote” embarazada. “Con ‘Los Hueseros’ salía con el Tomy en la carreta. Lo disfrazábamos de hueserito porque Perla, la huesera, estaba embarazada”, recordó.
El diagnostico del hijo menor de Malucha Pinto
Su hijo menor, Tomás, tiene parálisis cerebral. Cuenta que fue Delfina, su suegra, quien se dio cuenta que algo le pasaba al pequeño Tomás. Ante las sospechas, lo llevaron a la clínica y el diagnóstico fue muy duro.
"Había un montón de conductas, que yo como hace mil años que había tenido a Cristóbal, 14 años, no me daba cuenta para nada y llegamos a la Clínica Santa María un día de verano, muy caluroso. Yo esperando que iba a decir 'nada, que estupidez' y de repente, el médico empieza a decir unas cosas horrorosas”, recordó la actriz.
Tras ese primer diagnóstico, Malucha reveló con profunda emoción que: “Sentí que la vida se me fue, se me acabó la vida. No podía parar de llorar. Odiándome porque lloraba. Ahí empezó un viaje, la otra vida”.
A Malucha Pinto en aquel momento le dijeron que su hijo solo tenía tres años máximo de vida y, además, tenía diagnóstica una epilepsia severa.
La conexión de Malucha con su hijo Tomás
La actriz reveló que en un principio para ella fue muy complejo lograr establecer una comunicación con su hijo, por lo que trató de encontrar formas para hacerlo.
“Descifrarlo. Descubrir qué había ahí, quién era, cómo comunicarme con él. Eran horas y horas de mirarlo. Apareció esto de sentir al otro”, comenzó recordando.
A esto agregó que comenzó a hablar con él. “Me trataba de comunicar con él, con sus sonidos. Empecé a ponerme en sus posiciones para ver cómo se sentía. Y desde ahí, comenzó a surgir un lenguaje. No solo me revelaba el Tomy, sino que se me revelaba el mundo”.
Frente a esto, concluye que para ella fue “una época hermosa. Tremenda pero bella”.
“Todos los años es un desafío. Todas las mañanas, cuando voy a la pieza del Tomy, tengo un momento de decir ‘¿Estará vivo?’. Pero también aprendes a vivir con eso, porque esa plena conciencia del fin también estructura tu vida”, cerró diciendo Malucha Pinto.
