Celia Cruz

Criada en medio de la austeridad, en un mundo machista, pasó su juventud acatando las reglas impuestas por su padre y fue obligada a concentrarse en sus estudios de normalista, mientras anhelaba ser cantante. Nunca fue pretenciosa, sabía que no era bonita pero la timidez de su personalidad contrastaba con ese ímpetu secreto al saber que su voz la destacaba de las demás. Al descubrir que su talento se valora, que quienes la escuchan quedan extasiados con su voz y que las puertas se le abren, surge una Celia con coraje, fuerza, ambición, responsabilidad y aunque le duele, decide ir en contravía de los designios de su padre.

A pesar de ello, se muestra profundamente ingenua e inocente en el amor. Sin haber dado ni un beso se fijó en el hombre equivocado: Pedro Knight, un picaflor irredimible que se la gana demostrando todas las cualidades de un príncipe azul. Y aunque con el tiempo descubre la verdadera cara de su amado, internamente lo sigue defendiendo con la fe de la mujer que sabe perfectamente para dónde va y qué es lo que quiere, porque sólo ella, una dama sin muchos atributos físicos, pero con un corazón inmenso, es capaz de cambiar por completo la concepción de la vida del hombre más codiciado de Cuba.

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