Vagones de Metro exclusivos para mujeres: ¿Una buena iniciativa para Chile?
Una terrible realidad ha atormentado al país en los últimos años: El acoso y el abuso sexual de hombres que muchas mujeres chilenas enfrentan en el transporte público, especialmente en hora punta.
Para apalear este problema, ha surgido la discusión sobre implementar vagones exclusivos solo para mujeres en el Metro de Santiago, de tal manera contribuir a la seguridad y tranquilidad de las mujeres cuando deban trasladarse de un lugar a otro.
El gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego (DC), reconoció que la propuesta se está evaluando, destacando que "hay que estudiarlo. No se puede cerrar a priori a una cosa que las mismas dirigentas estudiantiles están planteando porque se sienten inseguras".
Por su parte, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (CS), sostuvo que esta medida podría "normalizar el acoso". En esta misma línea, hizo un llamado a analizar la experiencia de otro países que han debido aplicar esta política, como Japón, India, Egipto, México y Brasil.
Según el estudio "Ella se mueve" de 2019, 8 de cada 10 pasajeras ha vivido al menos un episodio de violencia sexual en el transporte público de Santiago.
Es más, cada 100 hombres que declaran percibir inseguridad, por ejemplo, en un taxi, hay 169 mujeres que la experimentan, según los resultados de la XVI Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana 2019 del INE.
Por lo que, ante este problema, muchos países optaron por tener espacios exclusivos para las mujeres. Algo que también se ha solicitado en Chile.
Pero... ¿Sería una medida resolutiva?
En diálogo con el diario The Clinic, Liliana Salazar, socióloga y académica de la Escuela de Sociología de la U. Academia Humanismo Cristiano (UAHC), se refirió a su posición frente a esta medida: "No resuelve el problema de fondo".
La socióloga sostuvo que esta medida podría generar que efectivamente "las mujeres se sientan más protegidas", sin embargo ese efecto sería "paliativo" y que, además, pretende trasladarle la responsabilidad a la víctima.
En esa misma línea, Salazar entregó su opinión manifestando que el problema de fondo se debe enfrentar apuntando a lo estructural y que para eso es necesario "tener una educación no sexista que pueda terminar con el patriarcado", concluyó.
Por su parte, Elizabeth Wagemann, doctora en arquitectura de la Universidad de Cambridge y directora del Laboratorio Ciudad y Territorio (LCT) de la U. Diego Portales, que también conversó con el mencionado medio, aclaró que la creación de vagones exclusivos para mujeres en el Metro es más bien "una acción de urgencia".
"Quizá otorgaría una sensación mínima de seguridad a esta demanda que es inmediata. Pero al mismo tiempo, pareciera ser una medida parche, porque no aborda las desigualdades de género, sino que las oculta", subrayó.
Es más, la doctora aseguró que la segregación de género "lo que hace es aislar a las mujeres y aumentar la sensación de victimización". Por lo que, para Wagemann, llevar a que las mujeres eviten acudir a ciertos espacios, en ciertas horas y de ciertas formas de vestir genera, entonces, que se limiten sus libertades.