Control coercitivo: Lo que debes saber de este abuso constante y silencioso

Este tipo de agresiones no se limita a sólo un evento en una relación, sino que es la suma de comportamientos, palabras y amenazas, que tienen como objetivo controlar, aislar y agredir a las víctimas.
En uno de los libros más importantes sobre violencia doméstica: “Coercive control: how men entrap women in personal life” (Control coercitivo: cómo los hombres atrapan a las mujeres en la vida personal), su autor Evan Stark, desarrolla el concepto de control coercitivo.
Se caracteriza por un patrón de comportamiento que tiene como objetivo intimidar, amenazar, humillar y/o restringir la libertad de una mujer. De manera que las víctimas van perdiendo su autoconfianza y autonomía, comenzando a normalizar las agresiones.
Evan Starkr quien también fundó uno de los primeros refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica de Estados Unidos, afirma que las legislaciones en contra de la violencia intrafamiliar se han equivocado en poner énfasis en estos hechos, ya que han minimizado los graves efectos que el control coercitivo genera en las personas.
Al respecto, María Belén Ferreira Brisso, abogada especializada en derecho de familia, señala que en países como Inglaterra, el control coercitivo se volvió ilegal en 2015 bajo el delito de 'comportamiento controlador o coercitivo en una relación íntima o familiar', pero que lamentablemente en Chile esta figura no existe como tal.
10 formas de control coercitivo
- Aislamiento: Alejar a la víctima de sus redes de apoyo, interferir en sus relaciones con sus amistades, familia, familia, trabajo o cualquier persona con quien mantengas contacto. El objetivo es que las víctimas dependan del agresor.
- Abuso verbal y degradación: Intimidar, avergonzar, criticar, burlarse e insultar constantemente.
- Gaslighting y manipulación: A través del uso de juegos mentales, la víctima se siente confundida, desorientada e inestable. El agresor niega sus abusos, sus acciones, te trata de mentirosa, cambian los hechos para que creas que estás loca, las víctimas dudan de su memoria e inteligencia, aprendiendo a no confiar en ellas mismas.
- Abuso físico: Quien ejerce violencia, utiliza el dolor para controlar y castigar a la víctima.
- Privación física: El agresor no permite a la mujer ir al médico o tomar pastillas, en algunos casos incluso le restringe el uso de medicamentos o acceder a tratamientos médicos.
- Abuso sexual: Es todo acto sexual que va contra el consentimiento.
- Ley del hielo: El agresor puede ejercer violencia a través del silencio o la omisión de información importante, esto puede expresarse como salir sin avisar si volverán, ignorar, negarse a tocar, durante horas, semanas o un largo periodo de tiempo.
- Reglas y restricciones: Los abusadores establecen reglas y restricciones que inhiben el desarrollo, la expresión y la libertad de la víctima. Las reglas pueden referirse a la ropa, la alimentación, la socialización, las tareas domésticas u otras áreas.
- Violencia económica y explotación laboral: Hacer que su pareja pida préstamos y luego no pagarlos, robarles sus ahorros, quitarle el acceso al dinero. Así como también sobrecargala de tareas domésticas y de cuidado. Son algunos ejemplos de explotación laboral y violencia económica.
- Violencia judicial: Se ejerce a través de los tribunales de justicia y tiene la finalidad de continuar el abuso, agotando los recursos financieros y emocionales de la demandada, usualmente con denuncias falsas o demandas que no tienen propósito más que controlar la vida de la otra persona.
Violencia de género: Un problema de derechos humanos
La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo. Genera en las personas graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas, tanto a corto como a largo plazo.
Cifras recientes de la Encuesta de Violencia Intrafamiliar contra la Mujer (ENVIF) sugieren que casi el 25% de las mujeres chilenas entre las edades de 18 a 64 años reporta haber sufrido de algún tipo de violencia intrafamiliar durante el último año, y 4% de la población reporta específicamente haber sufrido de violencia física.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, se estima que más de 640 millones de mujeres de 15 años o más han sido víctimas de algún tipo de violencia y la mayor parte ha sido perpetrada por sus maridos, parejas o ex parejas y cónyuges.
Por eso el llamado es a que las instituciones avancen en darle credibilidad y eficacia al sistema judicial chileno, para promover canales de denuncia seguros, y así entregarles una real protección a las víctimas de violencia de género.