¿Por qué no se felicita en el 8M?
Este viernes se conmemora el 8M, una jornada que conmemora la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de derechos y la equidad de género.
Durante este día se recuerdan los avances logrados, pero también es una oportunidad para hablar sobre los desafíos que aún existen en la búsqueda de la plena igualdad entre mujeres y hombres en todas las esferas de la sociedad.
Durante finales del siglo XIX y principios del XX, fue un período caracterizado por movimientos de mujeres que buscaban mejores condiciones laborales, derechos políticos y sociales.
Durante esta fecha más de alguno ha felicitado a su mamá, hermana, pareja, amigas y demás mujeres. Sin embargo, este día debe ser conmemorado y no celebrado, como se cree comúnmente.
¿Por qué no se felicita en el 8M?
Por el simple motivo de que el Día Internacional de la Mujer no es una festividad, sino más bien una reflexión, ya que a través del tiempo las mujeres han luchado por que su voz sea escuchada a nivel mundial.
De tal manera, la mejor forma de conmemorar este día es apoyando y no permitiendo ningún tipo de discriminación hacia las mujeres. Puesto que, de acuerdo con colectivos feministas, "felicitar a las mujeres el 8 de marzo únicamente recrea estereotipos y micromachismos, acciones que suponen una aparente superioridad masculina, tampoco es una fiesta y muchas mujeres lo último que desean es que se convierta en un cliché".
El Día Internacional de la Mujer es una conmemoración histórica que invita a la reflexión y la sensibilización acerca de las asignaturas pendientes para ellas.
"No se celebra, se conmemora"
Por tales razones es que este día no es para celebrar a las mujeres ni felicitar al género, es un día de aniversario y conmemoración de la lucha feminista alrededor del mundo. No hay que celebrar ni felicitar, sino que conmemorar.
Los movimientos feministas aseguran que el 8M no es una razón de celebración, ni festejo, más bien, lo que enmarca es la lucha de las mujeres por la igualdad frente a los hombres, por la poca acogida de las que son víctimas de abuso y violencia, por el reclamo de justicia; y el reconocimiento de sus derechos.