Mujer hizo su fortuna en Nueva York sacando piojos: “Son parte de mi vida "

La ecuatoriana de 36 años fundó su propia empresa y puede llegar a ganar 5 mil dólares en un buen día.

Eliana Edith Ortega, ecuatoriana de 36 años, llegó a vivir a Estados Unidos el año 2014 junto a su hija de 8 años y con la intención de mejorar la calidad de vida de ambas. Comentó a Univisión 41 que su llegada no fue nada fácil.

En un inicio cuando se mudó a Nueva York, Eliana tuvo que conseguir 3 trabajos distintos para mantenerse a ella y su hija solas. El esfuerzo, la falta de tiempo y el poco dinero le estaban pasando la cuenta “Yo lloraba todos los días… Miraba el cielo, mi hija pequeña y yo decía 'Dios mío, pon algo, no sé, pon algo en mi camino, algo porque así no puedo vivir'”, confesó.

Un trabajo como caído del cielo

Cuando creyó que ya era hora de retornar a su país se encontró con una llamativa oferta de trabajo, una compañía se dedicaba a matar piojos en las escuelas, desde aquí todo fue en ascenso. "Si me sorprendí. Me sorprendí porque nunca me había imaginado que era un trabajo. Y también pensaba igual que todo el mundo piensa aquí, ¿en Estados Unidos hay piojos?”, expresó.

Luego de varios meses de trabajo se sintió capaz de llevar esa idea a otros ámbitos y fundó su propia empresa. Actualmente es la dueña de su empresa, tiene 3 veces más ingresos, es su propia jefa y dueña de su tiempo.

Los ricos, sus mejores clientes

Los dueños de mansiones y lujosos departamentos son sus mejores clientes "Es muy raro que yo vaya a una casa por una persona, porque las personas que me contratan son familias que tienen niños y pues los niños llevan los piojos a la casa, o sea, los niños se contagian primero, luego van y contagian a la mamá, contagian a la niñera, entonces es una cadena", comentó.

Ortega detalla que cobra 500 dólares por cabeza y como nunca va a una casa por una sola persona, la suma suele ser cuantiosa. En días buenos puede llegar a ganar 5 mil dólares. Finalmente, deja un mensaje de apoyo a todas las mujeres latinas que intentan salir adelante.

"Sí se puede y las madres latinas somos guerreras, somos luchonas, entonces sí se puede, se puede con esfuerzo, con dedicación, con enfoque, con visualización, sí. Cuando tienes tu objetivo claro, sabes cuál es tu meta, que nada te detenga", sentenció.