La sobrina de Benjamín Vicuña que fue elegida entre los "100 Líderes Jóvenes"

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El 22 de enero la Revista Sábado dio a conocer su lista de los “100 Líderes Jóvenes” del 2020, entre las que se encuentra Rafaela Vicuña Moraga, sobrina del actor Benjamín Vicuña.

La joven de 18 años destaca con su destreza en el violonchelo, convirtiéndose en una prometedora música a una corta edad. 

Rafaela comenzó desde muy chica con sus estudios formales en la música, y ahora ya se desempeña como violonchelista en Francia.

Rafaela Vicuña
Rafaela Vicuña

"Cuando toco el chelo hago lo que más me gusta. Le pongo muchas ganas y energía, porque lo hago con pasión y constancia", indicó en la Revista Sábado.

Comenzó desde muy pequeña

Con sólo 6 años, Rafaela Vicuña Moraga ya sabía que quería dedicarse a tocar un instrumento musical, y recomendada por una profesora comenzó con el violonchelo. 

Luego de participar en la Orquesta Juvenil de la Corporación Cultural de Lo Barnechea, ingresó a los 12 años al  Conservatorio y al Instituto de las Artes Superiores de la Universidad de Chile.

Tuve que dejar de lado el colegio y optar por colegios con enseñanzas alternativas diseñadas para artistas y deportistas de élite”, señaló Rafaela a Radio Biobio.

Carrera en Francia

Pero todo dio un salto cuando decidió postular al Conservatorio de Música Rueil-Malmaison, ubicado en Francia.

"El director del conservatorio me ofreció guardarme el puesto como alumna por mientras que terminaba mis estudios secundarios y tramitaba mi visa en Chile, así que lo tomé", señaló Rafaela.

"Que me hayan dejado vivir sola a los 17 años, a miles de kilómetros de ellos, fue un gran esfuerzo pero sabían que era lo correcto", agregó.

Rafaela Vicuña
Rafaela Vicuña

Ahora la prometedora joven se dedica a tocar el violonchelo en la ciudad de Rueil-Malmaison.

Campaña en GoFundMe

Según una publicación hecha en GoFundMe, la joven tuvo un problema para cambiar el estado de su visa de “menor escolarizado” a “estudiante con derecho a trabajar”, lo que le impide trabajar.

“No pude trabajar ni juntar la suma de dinero que me había propuesto para contar con el arreglo de mi violoncello y cosas útiles para ello, una nueva caja para mi instrumento y pagar parte de mis estudios”, indicó la joven en el sitio donde recauda fondos para seguir especializándose.