El difícil camino de la primera mujer trans policía de Colombia

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Con 26 años, Andrea Cortés Guarín es conocida por ser la primera mujer trans en la Policía de Colombia. Actualmente es patrullera, estudia comunicación social y busca defender los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI. 

Sin embargo, el duro camino para llegar a donde está no ha sido fácil, principalmente por la no aceptación de su condición de mujer transgénero.

La joven inició en la Fuerza Pública como Fabián (su nombre cuando era reconocido como hombre) años atrás.

Sin embargo, no fue hasta ahora que su historia se hizo conocida, cuando el centro Voicefemen publicó una foto de ella cuando se iba a realizar una cirugía para “feminizar” la voz con el doctor Antonio Ballestas.

“Me realizo el cambio de voz porque creo que es un complemento a toda la transición que he recorrido hasta el momento. Es un plus para mí, el complemento de la feminización de voz”, dijo a Canal 1.

Pero esta no es la última intervención que desea hacerse, sino que a futuro planea realizarse una reasignación de sexo y completar así una transición que fue una verdadera lucha en su momento.

Ser mujer transgénero

Según indica El Tiempo, la joven supo desde los 9 años que deseaba ser mujer. 

“Aunque suena a frase de cajón, estaba atrapada en el cuerpo de Fabio Cortés, el nombre con el que me bautizaron cuando nací, porque era hombre, aunque yo me identificaba y me sentía como mujer”, dijo.

Pronto recibió acoso y burlas en su colegio, Vicente Azuero, en Bucaramanga, lugar donde nació y creció.

En esa época me la ‘montaban’. Me hacían lo que hoy llaman bullying o matoneo. Eso sí que lo sufrí. Se burlaban de la forma como corría, en fin, toda una pesadilla”, dijo.

Andrea recuerda que cuando adolescente sentía “mucho miedo a las (mujeres) trans”, aunque nunca las discriminó. Ahora se da cuenta que ese temor era que soñaba ser como ellas. 

A los 18 años, Andrea (quien aún era conocida como Fabio) debía definir su futuro, y decidió entrar prestar servicio como auxiliar regular de la Policía, lugar donde encontró su vocación, se estableció y obtuvo apoyo.

“Cuando yo entré a prestar mi servicio militar como auxiliar de la Policía, la Institución sabía que yo era homosexual. Esa condición hoy es avalada y respetada en la Fuerza Pública”, dijo.

Transición a Andrea en la Policía

Con su vocación ya descubierta y una vez que fue enviada a la Escuela de Policía en Vélez, la joven tomó la decisión de comenzar a realizar el sueño de su transición.

A los 19 años comenzó su tratamiento hormonal, mientras aún estaba en la Escuela, pero en 2016 se graduó como Fabio Cortés Guarín. La joven entonces informó a sus superiores que era una mujer trans.

Fue ahí cuando una psicóloga que la evaluó le sugirió que cambiara también legalmente su nombre. En 2017 “fui a la Registraduría y cambié mi registro civil y mi cédula. Y regresé con una contraseña que me identificaba como Andrea Cortés Guarín”, contó.

No obstante, la Policía no aceptó el cambio de nombre y sexo, ya que al incorporarse lo hizo como hombre. Por esta razón, Andrea debió instaurar una tutela contra la policía y contratar a una abogada Diana Navarro Sanjuán, reconocida por defender a clientes de comunidad LGBTI.

“En un permiso viajé a Popayán y la doctora Navarro me estaba esperando. Ella redactó la tutela, me asesoró y apoyó en todo el proceso, que no fue fácil. A esta mujer le debo mucho”, enfatizó Andrea.

Finalmente, en mayo del 2018 el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Popayán dictaminó que la Policía Nacional debía reconocer el derecho al desarrollo de la libre personalidad, la personalidad jurídica, la vida digna y la igualdad a Andrea Cortés Guarín.

Ahora, Andrea Cortés se desempeña con su nombre y género escogidos, y busca velar por los derechos de las mujeres, de la comunidad LGBTI, y combatir la violencia de género y la violencia intrafamiliar.