Chilena ha adoptado 46 perros abandonados: "acá llegan a ser felices”

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Gladys Tobar, de 47 años, vive feliz en su parcela en El Melón, en la comuna de Nogales (Región de Valparaíso). Allí, convive actualmente con sus 30 mascotas, todos perros rescatados de la calle.

La mujer en total ha adoptado a 46 perros, todos abandonados e incluso maltratados.  En su hogar busca darles el amor y cuidado que no consiguieron afuera, aunque señala que no es una tarea fácil.

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

“Todos los días hay que levantarse, hay que lavar caniles, sacar caca, limpiarles, mi hija se ocupa de los enfermos. Un día decimos, ‘ya hay que cortarle las uñas a todos’, y nos ponemos de acuerdo todos y lo hacemos”, explica.

La mujer se cambió recientemente a una nueva parcela, donde le construyeron caniles espaciales a sus mascotas, quienes duermen en pequeños grupos. 

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

En el extenso terreno que tiene, los perros tienen suficiente espacio para jugar y correr. Además, su hija, quien es veterinaria, se encarga de revisarlos constantemente, quien incluso logró recientemente salvar a un perro que estaba muriendo.

Por otra parte, entre Gladys y toda la familia los mantienen limpios y se encargan de darles comida y agua. Entre todos los perros, consumen cerca de un saco de comida de 25 kilos cada dos días.

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

Es mucho trabajo, tengo que dividirme entre los quehaceres de la casa y más los perros. Tener perritos no es llegar y tener perritos, somos de tocar a los perros todos los días, de verlos”, indica.

“Tuvieron una historia triste y acá llegan a ser felices”

La mayoría de sus perros los ha conocido realizando su labor en Huella Animal, ex agrupación en apoyo a animales abandonados que creó, pero que ya no está activa.

Allí solía conocer casos de perros abandonados, enfermos y maltratados.

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

Cuando llegan a la casa, los rehabilitamos, los cuidamos, le damos las vacunas y las vitaminas, y después no queremos dejarlos ir”, cuenta. “Decimos, ‘tanto que nos costó recuperarlos y los vamos a dar, ¿los irán a cuidar realmente?’”.

“Ellos están acá no sólo por cuidar la casa, están acá porque todos tuvieron una historia triste y acá llegan a ser felices. No ha sufrir más de lo que han sufrido en otros lados”, señala.

Entre algunos casos que  la impactaron, recuerda el de su perrita Roca: “Su dueño la tenía en un gallinero amarrada, y tenía un tumor mamario de más de 4 kilos”. 

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

Roca alcanzó a vivir 7 meses más, porque el cáncer estaba ramificado en el cuerpo. “Los 7 meses que vivió, vivió feliz. Aquí engordó, fue feliz, corrió, nos daba besitos”, señaló.

Cementerio de perros

En la misma parcela tiene un cementerio para los perritos que han muerto. “Nosotros rescatamos perros casi más viejos, porque llegan con 6 o 7 años, y han vivido con nosotros 10 años, y la mayoría ya están muriendo porque están viejitos”, comenta.

Acá se les entierra, con su cruz de palo con su nombre, el día que murieron, se les ponen florcitas. Es todo digno para ellos, quienes nos dieron tanto amor en vida, así que tienen su tumba”, dice Gladys.

Cementerio de perros de Gladys Tobar
Cementerio de perros de Gladys Tobar

Durante el domingo 20 de diciembre, falleció uno de sus perros, Negro, quien fue rescatado de un criadero no autorizado.

Se sacó de ese canil, que era un infierno y se vino a la casa. Así que vivió varios años de su vida feliz al lado de nosotros”, señaló, contando que toda su familia (su padre, su esposo y su hija) ayudaron a enterrarlo.

Falta de apoyo como animalista

Pero además de su rol como dueña de sus perros, también destacó su labor como animalista a la cabeza de la agrupación Huella Animal, la que decidió dejar a un lado debido al estrés.

Gladys Tobar
Gladys Tobar

“Me llamaban como a las 3 de la mañana”, cuenta. Además, señaló que era una tarea muy ardua y que no contaba con el apoyo suficiente para realizarla.

“Todo empieza súper bien, como avión, porque todos quieren participar. Pero después el avión comenzó a caer en picada, y al final estaba prácticamente sola. Después nadie tiene tiempo, nadie tiene ganas”, dice.

Es triste, pero creo que hicimos muchas cosas, pudimos esterilizar a varias perritas”, agrega.

“Mucha gente por el estatus social compra perros de raza”

Para Gladys Tobar, la forma de solucionar el problema de los perros abandonados es centrarse en “la educación de los niños a muy temprana edad”.

“Tener un animalito no es un juguete. No es un regalo de navidad o de cumpleaños”, dice. 

“(Deseo) Que la gente sea más responsable, que eduque a sus hijos, que por favor amen a los animales y que los cuiden hasta el día de su partida”, dice Gladys, quien también insta a la gente a rescatar perros de la calle en vez de comprarlos.

 “Me da rabia que mucha gente por el estatus social compra perros de raza. Encuentro una locura eso”, expresa.

Perros de Gladys Tobar
Perros de Gladys Tobar

“A veces por estatus mucha gente prefiere comprar perritos, porque un perro de raza va bien en un condominio. Pero no llevas un quiltro, porque un quiltro desentona con el ambiente del condominio”, señala sobre su propia experiencia.

“Desearía que hubiesen leyes más castigadoras para la gente que maltrata a los animales”. La ley 21.020 no es 100% efectiva. Muchas veces hicimos demandas, y nunca llegaron a término”, agrega la animalista.