“Cirugía de la cenicienta” la dolorosa intervención para acortar los pies
Una intervención que se está volviendo tendencia en Estados Unidos y Reino Unido, tiene una finalidad netamente estética
La “cirugía de la cenicienta” se volvió popular gracias a la serie Sex and the City, según comenta al medio Daily Mail el doctor Jason Hargrave "La cirugía cosmética del pie es una tendencia que crece rápido, impulsada por la popularidad de los zapatos de tacón al estilo de la serie Sex and the City. Los zapatos de punta abierta se ven más glamorosos, y no poder usarlos puede ser deprimente", explica Hargrave, doctor del Centro de Cirugía Estética del pie Harley Street.
La historia de Paulina Charlikowska
Es por ello que algunas mujeres como la británica Paulina Charlikowska, quien contó su historia al mismo medio, se han sometido a esta cirugía al sentirse descontentas con la apariencia de sus pies.
"Suena tonto, pero siempre he odiado mis pies y me sentía demasiado avergonzada para sacarlos delante de mis amigos", explicó Paulina. La mujer se sentía acomplejada por tener el segundo y tercer dedos más largos que el dedo mayor, continuamente utilizaba zapatos de tallas más pequeñas que provocó deformidad en sus dedos y dolor contante.
Charlikowska utilizaba talla 9 de Estados Unidos, talla 40 en Chile, que consideraba demasiado grande "Mi marido pensó que yo estaba loca. Él no cree en la cirugía a menos que sea necesaria, pero cuando empecé a guardar los 7.500 dólares que necesitaba para operarme se lo tomó en serio", comentó al medio británico.
Luego de reunido el dinero, la mujer decidió someterse a la cirugía de la Cenicienta, con anestesia local, la intervención duró cerca de una hora. El cirujano le cortó el segundo y tercer dedos un centímetro, para mejorar su apariencia y achicar la talla del pie.
Los riesgos de esta cirugía
Paulina estuvo un mes caminando con muletas y superar una infección producto de la cirugía. Los médicos especialistas no están de acuerdo con este tipo de cirugías por las graves consecuencias que podría traer al paciente.
"Los cirujanos inscritos en el Orthopaedic Foot British and Ankle Society- órgano regulador de la actividad en Reino Unido-, sólo realizarían una cirugía semejante para aliviar el dolor o corregir una deformidad, como los dedos en garra. Nosotros no avalamos este tipo de cirugía por razones puramente cosméticas", explicó Andrea Sott, del Hospital San Antonio, en Surrey.
Las advertencias apuntan a las complicaciones posteriores, estas pueden ser, dolor crónico, articulaciones que no recuperan su movimiento y "en casos más extremos, incluso hay un pequeño riesgo de coágulos sanguíneos potencialmente mortales", finaliza Scott.