Mujer con cáncer rechazó la quimioterapia por seguir su embarazo
Estar embarazada tiene un significado muy distinto para cada mujer. Para algunas es una etapa importante, pero no llegan a conectarse tanto con el feto, sino que lo hacen después que nace.
Para otras, la idea de tener un hijo es una ilusión muy grande y se crean grandes expectativas sobre el futuro hijo que crece en su vientre.
Este es el caso de una madre británica, que tenía una ilusión tan grande de poder parir a su tercer hijo, que incluso puso en riesgo su propia salud para hacerlo.
Sin duda, es una decisión muy arriesgada que muchas de nosotras no realizaríamos, pero para ella tener a ese hijo era un deseo que anhelaba más que nada en el mundo.
Se trata de Sarah Milner, una mujer con cáncer de solo 30 años, quien ya era madre de otros dos niños.
Sarah fue diagnosticada a las 21 semanas de gestación con un agresivo cáncer de cuello uterino, por lo que los doctores le recomendaron interrumpir este embarazo para someterse a quimioterapia y tener una oportunidad de salvar su vida.
“Quería tener a mi bebé sin importar nada”
Según indicó Sarah a Daily Mail, no quiso interrumpir su embarazo. “Cuando escuché el diagnóstico no podía creer que esto me estaba pasando realmente. No parecía real. Estaba devastada”, dijo.
“Los médicos me aconsejaron interrumpir mi embarazo. Sin embargo, realmente no quería hacer eso. Quería tener a mi bebé sin importar nada”, explicó.
Finalmente a las 31 semanas de gestación nació en abril de 2020 Louis, e inmediatamente la mujer se sometió a una histerectomía y una extirpación de ganglios linfáticos para combatir la enfermedad.
Pero lamentablemente en noviembre hallaron otro bulto, y se descubrió que ya era muy tarde: el cáncer ya se había expandido por todo el cuerpo de Sarah.
"Después de dar a luz, me dijeron que eran buenas noticias, que habían extirpado la mayor parte del cáncer y tenía muchas posibilidades de que me dieran el visto bueno”, contó.
“Yo estaba sobre la luna. Pensé que mi decisión había dado sus frutos y que todo iba a salir bien para nosotros”, confesó, pero luego le dieron la noticia de que su cáncer ya se había extendido.
“Me dijeron que era la cuarta etapa y que no podían hacer nada más por mí. No podía creer lo que me estaban diciendo una vez más. Mi mundo se vino abajo por completo”, dijo la mujer.
Le dejará tarjetas a sus hijos
“La noticia me aplastó. Sabía los riesgos que estaba tomando, pero simplemente no era lo que esperaba volver de la exploración. Mis hijos, Lily-Grace, que tiene nueve años, Bobbie, que tiene siete y Louis se quedarán sin su mamá", contó Sarah.
La joven de 30 años señala que ahora recibe quimioterapia cada tres semanas y le han dado cerca de dos años de vida. “Como mi cáncer es muy agresivo, es probable que sea menos tiempo”, dice.
Sarah señaló entre las buenas cosas que pudo casarse con su pareja, James. Además, le está dejando tarjetas para los niños cuando ella no esté.
“Quiero dejar cosas especiales para los niños una vez que me haya ido. Les escribo tarjetas de cumpleaños para el futuro y tarjetas para otras ocasiones especiales como bodas”, dijo Sarah.