Las trabas de una joven de 22 años para ligarse las trompas: “no quiero tener hijos”
Ailín Cubelo Naval, argentina de 22 años, lo tiene claro: “no quiero tener hijos, ni ahora ni nunca". Por esta razón acudió a los 21 años a un ginecólogo para poder ligarse las trompas de Falopio.
"(El ginecólogo) Me hizo volver en seis o siete meses porque me veía muy pequeña, quería que lo pensase mejor”, explicó Ailín a Infobae.
“Y bueno, me pidió un informe psicológico, como una nota de mi psicóloga reafirmando que estoy en mis cabales", afirmó.
Aunque la esterilización mediante la ligadura de trompas de Falopio es legal en Argentina a partir de los 16 años, el médico puede pedir un “informe psicológico” antes de realizarla.
Tras pasar el periodo y presentar el informe, el médico igual se negó a hacerle el procedimiento.
"Volví y me dijo 'No, no te puedo ayudar'”, finalmente, tras esta nula ayuda del ginecólogo y numerosos cuestionamientos, la joven logró realizarse la esterilización con otra profesional.
"Mi novio ya lo sabía antes de conocerme, no fue ninguna sorpresa. Es una decisión mía", comentó la joven.
Cuestionamientos: "Cuando seas viejo, ¿quién te va a cuidar?"
La joven estudiante de Ciencias Políticas señaló que recibió numerosos cuestionamientos tras expresar su intención.
"Cuando seas viejo, ¿quién te va a cuidar?", "¿A quién le vas a dejar tu legado?" o "¿Qué pasará cuando encuentres a la persona ideal?", fueron algunas de las frases que más escuchaba.
"El mandato de maternidad no es algo natural, es muy cultural", afirma, agregando que “la maternidad no debería ser una imposición social". "Pensar que éramos niñas de 8 o 9 años pensando en tener hijos... Está mal", señala además.
"Hay muchas personas que nunca se cuestionaron el tema de ser o no ser padres, siguieron un caminito: las mujeres se tienen que reproducir para la mayor parte del mundo. O sea, si tienes útero, tienes que parir, es tu destino", reflexiona Ailín.
"Creo que es hora de terminar con los juicios a las personas que no queremos reproducirnos. No somos bichos raros, somos un montón de gente que, el día de mañana, no nos vamos a lamentar por no haber hecho con nuestras vidas lo que queríamos", concluye.
Fotos: Infobae/Freepik