Joven del movimiento “child free” se ligó las trompas a los 27 años
Belén Álvarez lo tenía claro desde niña: no quería ser madre. Por eso, ya se cumplieron poco más de dos meses desde que se realizó una ligadura de trompas en diciembre de 2020, a sus 27 años.
Momento que fue precedido por una serie de cuestionamientos, que en parte la hicieron unirse al movimiento “Child Free” (“Libre de hijos”).
Aún recuerda cuando en sexto grado sus compañeras de curso planeaban nombres para sus bebés: “Incluso planeaban cuántos años se iban a llevar entre ellos; teníamos 11, 12 años”, dijo a Infobae.
“Empecé a tirar fruta, porque por dentro decía ‘es que yo no quiero tener hijos’. Fue una sensación rara. Pensé ‘¿yo estoy mal?’, ‘¿o sea, tengo que querer ser mamá?’, ¿por qué no me pasa eso a mí?”, cuenta.
Pero todo cambió con la experiencia de una de sus profesoras de 70 años, cuando Belén tenía 14 años.
“Una de mis compañeras le dijo: ‘Ay, profe, qué feo que usted no tuvo hijos’. La profesora paró la clase y le contestó que no le tuviera pena, que no creyera que ella no había podido sino que había decidido no tenerlos. Que tampoco se había casado y que era feliz así” cuenta.
“Y a mí uff, me explotó la cabeza. Yo sentía lo mismo pero no sabía que se podía vivir sin esas dos cosas. Y desde ahí lo tuve más claro que nunca: ‘Este es el estilo de vida que quiero’”, expresó.
Cuestionamientos a su decisión
Belén, quien es neurofisiología , comenzó a consultar para hacerse la ligadura de trompas desde los 18 años. Y aunque en esa época ya era un derecho garantizado por la Ley, tuvo muchas trabas.
“Siempre me pusieron mil quinientas excusas: que tenía que tener por lo menos tres hijos o que tenía que tener más de 30 años. Fui a los 18 años a pedir la ligadura, a los 21 probé con cuatro ginecólogos distintos y me dijeron lo mismo. A los 25 años me dijeron otra vez que no, que era muy chica y que me iba a arrepentir”, dice.
Finalmente, a finales de 2020, logró encontrar un médico que le realizó la operación sin obstáculos.
“Mujer” como sinónimo de ser “madre”
“Creo que sigue estando muy instalado el tema de ‘mujer’ como sinónimo de ‘madre’. Como que ‘ah, nació nena, entonces va a ser madre, abuela, morir’”, reflexiona Belén.
“Hace muy poco tiempo se está planteando esta otra forma de vida y la sociedad no está acostumbrada a que una mujer decida sobre su cuerpo, básicamente. Es como que el cuerpo de la mujer es de dominio público: todo el mundo puede opinar, todo el mundo puede tocar”.
Por eso, decidió unirse al movimiento “Child Free” (“Libre de hijos”), el que reúne a personas que no desean ser padres por distintos motivos.
“Todos teníamos experiencias similares, lidiábamos con la típica tía que en Navidad te insiste ‘¿y para cuándo?’. De repente, el movimiento child free me dio un apoyo. Ya no me sentía sola, no sentía que estaba loca”, explica.
“No es que vemos un niño y le escupimos en la cara, o una mamá y le decimos ‘tendrías que haber abortado’, no. Comprendemos que cada uno tiene un formato de vida o un deseo, así como a mí no me cabe en la cabeza tener un hijo también comprendo que hay personas para quienes es su sueño”, dice.